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Isaac Rosa, escritor: “Dormir se ha convertido en un objeto de deseo”

El cambio de hora es un desajuste que afecta a la calidad del sueño, y como afirma Isaac Rosa, “el insomnio de cada uno es un problema de todos“. El novelista, autor de 'Las buenas noches’, aclara que no es médico ni especialista en sueño, pero para escribir su obra ha investigado a fondo todo lo relacionado con el descanso y el sueño

Isaac Rosa, escritor: “Dormir se ha convertido en un objeto de deseo”Iván Giménez

En su nuevo libro, Isaac Rosa refleja con nocturnidad y alevosía las heridas de un tiempo en el que el dormir se ha convertido en un objeto de deseo.

PERSONAL

Isaac Rosa nació en Sevilla en 1974. Ha publicado las novelas El país del miedo, La mano invisible, La habitación oscura, Feliz final y La malamemoria, reelaborada en ¡Otra maldita novela sobre la guerra civil! También es columnista y autor de guiones de cómic, novelas juveniles y libros de relatos, entre los que destaca Tiza roja. Su obra se ha traducido a varios idiomas y ha sido llevada al cine. Su última novela, Las buenas noches, nos presenta el insomnio como padecimiento personal encuadrado en una auténtica epidemia social.

¿El insomnio es dormir poco, dormir mal, o lo frecuente es que este dúo actúe junto?

Por un lado está el insomnio crónico, que lo sufre una parte importante de la población que no puede dormir; y por otro hay una serie de problemas y dificultades que están muy extendidos que impiden conciliar el sueño y afectan a muchas más personas. Generalmente no están bien diagnosticadas, no tienen ningún tratamiento y ni siquiera se lo acaban de tomar en serio, pero que hace que se tengan problemas para conciliar el sueño y se duerman menos horas de las necesarias.

¿El sueño no dormido se pierde para siempre?

Eso dicen los médicos, que esa idea que tenemos todos de que ya recuperaremos el sueño durante el fin de semana no es cierta; que el sueño se pierde y el deterioro que provoca el no dormir no se puede compensar. Vamos acumulando una deuda de sueño y la mayoría estamos en números rojos, no nos salen las cuentas.

"Nuestro modelos de sociedad que va contra el descanso por la noche”

Los niños duermen a pierna suelta, los jóvenes regular, los adultos peor y los mayores poco y con mal sueño. ¿Es la edad un factor de insomnio?

En mi caso, cuando empezaba a tener problemas para dormir pensaba que era una cuestión de edad, sobre todo cuando oía a gente de mi entorno que también dormía mal. Todos teníamos cierta edad, estábamos con hijos, con trabajo y pensaba que era por eso. Luego observé que tenía cerca a gente joven que también dormía fatal, hijos adolescentes que no descansan bien... Al final, te das cuenta de que es un problema muy extendido y que cada uno encuentra su causa de por qué duerme mal, pero hay un fondo común, compartido.

Su narrador insomne es masculino, pero el insomnio afecta más a las mujeres, ¿por qué?

Al escribir la novela descubrí que las mujeres sufrían más insomnio, algo que antes me pasaba desapercibido, como ocurre con otras muchas cosas. La dificultad de la mujer para dormir se acentúa a partir de cierta edad, cuando se convierte en madre, con la perimenopausia…; también es verdad que ellas consumen más psicofármacos. Entiendo que, además, en muchos casos tienen una sobrecarga laboral, además del papel de cuidadora de la familia que siguen teniendo... Todas estas cosas le afectan al sueño.

¿Ser insomne es solo dormir mal y luego andar somnoliento, o es algo más que actúa como lanzadera de otras patologías físicas y psicológicas?

Es un síntoma de otros problemas y malestares; hay gente que duerme mal por problemas de salud o por problemas personales. Pero hay otra parte de ese insomnio, o de esos problemas para dormir, que tiene más que ver con nuestro modo de vida, con elementos sociales, laborales, económicos, que parece que son incompatibles con el descanso. Las vidas aceleradas que llevamos, y por supuesto las tecnologías, también afectan a la hora de quitarnos el sueño.

Isaac Rosa habla del insomnio como una epidemia social.

El insomnio crónico afecta a 4 millones de españoles y el esporádico a la mitad de la población. ¿Ayudará su libro a que esta epidemia de insomnio se atempere? ¿La compañía de los insomnes de su novela podría ayudar a conciliar el sueño?

No lo propongo como remedio; no se trata de que cada uno encuentre un compañero de cama. Me gustaría más que la novela sirviera para que pudiéramos ver el problema de dormir como un problema colectivo. Porque no es una suma de problemas individuales, como ocurrió hace unos años con la salud mental considerada como tema exclusivamente privado, de cada persona, hasta que en el debate social empezó a tratarse como un problema público, con políticas públicas. Me gustaría que la novela contribuyera a algo parecido, para que empezáramos a ver el dormir no solo como un asunto individual, sino de toda la sociedad. Ni siquiera solo de los que duerman mal, sino también de los que no tienen problemas con el sueño. Porque el coste social de no dormir bien lo pagamos todos.

El deterioro de la salud mental en nuestra sociedad es alarmante. ¿Tiene alguna relación con el insomnio? ¿Cree que es causa o efecto?

Está en la misma banda de problemas; la salud mental tiene que ver con la ansiedad, la depresión y con patologías aún más graves, pero también con el malestar social que existe y que no nos deja dormir. Está muy vinculado con el consumo de fármacos que se usan para la ansiedad. Por supuesto, también tiene que ver con nuestras formas de vida y con temas sociales y laborales.

Existe una miríada de métodos más o menos eficaces para paliar el insomnio. El Estado español es líder mundial en el consumo de benzodiacepinas. ¿Es mejor recurrir a fármacos que a contar ovejas saliendo de la cija?

No, no. Obviamente no. Creo que tenemos un problema de sobreconsumo de fármacos que se recetan probablemente con demasiada facilidad, porque el propio sistema de salud no tiene recursos, ni tiempo para tratar a esta gente, ni puede derivar recursos. El fármaco debiera ser el último remedio y, seguramente, es un fracaso cuando tienes que recurrir a medicamentos, porque supone que ha fallado todo lo demás o porque no has superado aquello que te quita el sueño.

El sueño es esencial. Pero ahí están los ruidos de la ciudad, las luces sempiternas, horarios 24h/7días, pantallas, redes… ¿cómo lograr dormir?

Ese es el gran problema; cuando hablo del modo de vida, de las condiciones de trabajo, de ocio... me refería a eso; tenemos un modelo de sociedad que va contra la noche, contra el descanso, con 24 horas/día a la semana donde todo está abierto, disponible. Contra eso es difícil luchar individualmente. Pasa igual con las redes sociales, porque individualmente no somos capaces de superar los problemas que crean; necesitamos medidas más amplias, colectivas. El modelo de vida en el que estamos inmersos va contra el sueño; no somos capaces de cambiarlo ni de resistirnos. O lo cambiamos como sociedad o será imposible. Porque todo lo que hacemos hoy en día en nuestra vida es precisamente lo contrario de lo que tendríamos que hacer para dormir mejor.

"Creo que tenemos un problema de sobreconsumo de fármacos”

Y peor aún, ¿cómo superar el estrés, la ansiedad, la depresión, los problemas familiares, económicos...?

Todo lo que acumulamos en el día, lo que va contra el dormir y contra el sueño son cosas que no están en nuestra mano cambiarlas. Tendríamos que disponer de políticas públicas para tratar el insomnio, no solo de salud, del Ministerio de Sanidad, sino que tendrían que ver con temas sociales, económicos y culturales que nos imponen contra el sueño.

¿Por qué una novela sobre el insomnio? ¿Es una forma de socializar algo que quien lo padece puede pensar que es estrictamente personal?

La literatura sirve muchas veces para sentirnos menos solos. Cuando no puedes dormir tienes una sensación horrible porque parece que todo el mundo duerme menos tú. Te sientes muy solo por la noche y la literatura sirve para que, leyendo una novela, a través de otros personajes ves que les pasa lo mismo que a ti, que sufren como tú, que tiene los mismos miedos. Me gustaría que sirviera cuando una noche no puedes dormir, te levantas y ves ventanas encendidas en otras casas y observas que no eres el único que está despierto.

Entre tanto insomne... ¿a quién dirigiría su libro, a ellos o a quienes quieren dormir y conseguir una vida más saludable?

Quienes no pueden dormir, leyendo la novela se pueden sentir menos solos al saber que hay otras personas como ellos y se van a reconocer en muchas cosas. Porque la novela se cuenta como una larga noche sin dormir y se reconocerán. Pero también la dirigiría para quienes duermen bien, porque les sirve para darse cuenta de lo que les pasa a otras personas y que puedan empezar a verlo como un problema de todos, también de ellos.