Ganadería Núñez del Cuvillo (día 11)

El pasado año, el de la celebración del Centenario de nuestra Monumental, a parte de la genialidad de comenzar con el caballero de Estella, todo un dios del toreo a caballo, la Meca tiró la casa por la ventana trayendo al elenco de figuras del momento con el ganado que ellos quieren. Y así el lote de la granja de El Grullo fue el solicitado, y quien abrió feria, 100 años después de su inauguración. Todo fue alegría y alborozo.

A ello únanle la necesidad que todos teníamos de volver a empezar a vivir los Sanfermines. Pero en el plano que me toca, y lo dije en ese mismo instante, ya nos imaginábamos que el toro iba a ser de los que habitualmente pitan en Madrid, donde siquiera el toro es tan exagerado como aquí. Y no nos equivocamos. De hecho, el mejor de la tarde, un gran y bravito burel, apenas hubiese servido para una novillada en Villa y Corte. Pero eso, parece que en la moderna Tauromaquia ya es lo de menos.

Ahora, bien de gin tonics y palmas. Muchas palmas. Y ojo con que nadie se queje, que ese será reprendido, no solo por toda la oficialidad del taurineo actual, sino por los modernos palmeros que llenan los tendidos, que han escuchado cuatro tonterías de tres presuntos sabedores y hacen callar hasta al más antiguo y sabio de los aficionados que quedan. Que, por desgracia, son pocos.

Sin duda, menos que los fanáticos de algunos de los nuevos figurones que aplauden el destoreo continuo de sus admirados. Y como ya el ganado no vale más que para el lustre de sus ídolos, pues bien de Núñez del Cuvillo, héroe genial del toro artista, colaborador, y por ende, bobalicón hasta el hartazgo. Ya dije el pasado año que por mí, si debe haber algún cambio, fuésemos pensando en este tipo de toro.

Pero como se pueden dar cuenta uno está para opinar. No para crear tendencia. Ni siquiera seguidores que piensen así y se hagan oír. Al menos espero que el sexteto que haya llegado a la Rotxa sea lo mejor que tenían en Los Naveros, porque como sea de lo de Madrid, donde solo pudo juntar tres toros hábiles para ese coso, vamos dados.