Con el difícil objetivo de alcanzar el equilibrio entre el jaleo y la tranquilidad, la Calle Juan de Labrit concentra uno de los puntos calientes durante las fiestas de San Fermín. Cierto es que la icónica carpa que cubría la bajada no está presente este año –igual que el anterior–. Aun así, por la propia naturaleza de la zona, el alboroto está garantizado, de manera que el reto, un año más, vuelve a ser el de una convivencia que concilie la fiesta y el sueño. Hablamos antes de fiestas con los responsables de los establecimientos de la zona y vecinos de la Cuesta para conocer de primera mano cómo afrontan la semana más especial para la capital navarra.

Apertura a la bajada

Ubicada en la Estafeta de manera precisa, es sabido que la emblemática cervecería Txirrintxa dibuja la puerta a la bajada de Labrit. Alicia, responsable del local, manifiesta que “se prepara como cada San Fermín, empezando por los almuerzicos del día 6, tanto afuera como en la parte de arriba.

"Cambiamos la disposición del interior porque habrá música con DJ de 12 de la noche a 6 de la mañana"

Alicia Colomo - Responsable de la Cervecería Txirrintxa

Después, la terraza la retiramos durante el resto de fiestas, y lo que hacemos es cambiar la disposición de los inmuebles del interior, incluso eliminar alguno que otro, para montar una barra más, que está acompañada por un DJ con música en el interior desde las 12 de la noche hasta las 6 de la mañana”. “Lo que está claro es que, normalmente, desde el domingo a la tarde ya se nota mucho el bajón”, explica Alicia sobre la afluencia.

También se ven “obligados a contar con más personal de lo habitual, formalizando dos horarios de 12 horas: uno de las siete de la mañana a las siete de la tarde, y otro desde las siete de la tarde hasta las siete de la mañana”.

Espacios alternativos

Otro de los establecimientos marcados en rojo a lo largo de la Cuesta es ElBorn. Raul del Río, su propietario –también lo es de la Terraza de Labrit–, asegura que “la semana pasada tuvimos también muchísimo trabajo, con toda la entrega de pedidos y material”. Como novedad, del Río señala que “habrá una cabina nueva para los diferentes DJs,”.

Tiempo para el trabajo y para el descanso.

Por otra parte, reconoce que “suele haber una ampliación de 25 personas entre los dos bares contando con camareros, bodegueros. Tenemos que cubrir la discoteca de ElBorn, las terrazas de arriba y las que ponemos enfrente”.

"Para ambos bares tenemos una ampliación de 25 personas y cuentan con licencias hasta las 6 de la mañana"

Raúl del Río - Propietario de ElBorn y Terraza del Labrit

A diferencia de las discotecas Cavas y Katos que gozan de licencia para permanecer abiertos hasta las 07.30 de la mañana, el horario de ElBorn “será de 5 de la tarde a 6 de la mañana, excepto el primer día, que abrimos a las 11 de la mañana. Luego, las terrazas de enfrente, donde a cada establecimiento dejan poner una terraza, se retirarán a las 02.30 horas”.

Música de las txarangas tras la salida de las peñas.

Raul, propietario de La Terraza de Labrit de igual manera, advierte que “habrá música en el interior de ambos bares, y con el mismo horario. Esperamos más que el año pasado, cuando aún había muchas restricciones por la Covid. Ahora, que ya no hay ninguna, ojalá haya más afluencia”. Respecto a la clientela, el hostelero manifiesta que “se espera más gente en La Terraza que en ElBorn. Llevamos más tiempo abiertos y hemos hecho más clientes”. Pero, ¿y el fruto de todo esto? “Con referencia al año pasado esperamos beneficios similares, e incluso algo superiores. El fin de semana será donde hagamos la mayoría de la caja, y cierto que, entre semana, La Terraza cuesta más porque tenemos un público más juvenil, de entre 20 y 25 años. A ElBorn, en cambio, suele acudir gente un poco más mayor, de entre 25 y 35 años”, sentencia del Río.

La entrada al centro de la ciudad sigue siendo un espacio multitudinario.

Algo más atrevido

La encargada de la discoteca Cavas, Berta Lacuey, apunta que “como no habrá carpas por segundo año consecutivo en una zona emblemática de la ciudad, pondremos en nuestro propio porche una pequeña barrita de 4x2”. “Es un permiso que nos prohíbe cualquier tipo de ambientación musical de cara a la calle, por lo que se torna todo en el interior del bar”, expone la navarra, que también asevera que “por la experiencia del año pasado, sabemos que no habrá ningún tipo de aglomeración debido, principalmente, a la retirada de la carpa”. En referencia a la ausencia de la carpa, cuenta que “también son menos gastos porque con la carpa debíamos hacer una inversión de miles y miles de euros por establecimiento, desde el Kayak hasta el Txirrintxa, pero, a fin de cuentas, los beneficios son mucho menores que hace tres o cuatro años, cuando estaba puesta”.

Explica Berta que, en el exterior del local, situarán una terraza para el público, pero confiesa que “no confiamos nada”. “Por las tardes, la gente está muy a gusto por las calles, y la verdad que aún llama menos si se trata de un bar a puerta cerrada. La pondremos por un poco de romanticismo, como algo accesorio. El grueso lo tendremos dentro de la discoteca”, asegura la responsable de una de las discotecas que gozará de horarios ampliados. “Junto con la discoteca Katos, la de al lado, somos los únicos que tenemos licencia para abrir hasta las 07.30 de la mañana. Aprovechando el horario que tenemos, abriremos desde las cinco de la tarde”, señala.

En el límite, uno de los míticos

Otro de los escenarios emblemáticos de la hostelería de la zona es la Pulpería Kantxa. Julio César Terrazas, responsable del local, expone lo siguiente: “El compromiso que tenemos con la gente es muy grande porque este bar típico lo conoce todo pamplonés”. Un establecimiento caracterizado y ligado directamente con la temática pelotazale, así como con su estética y ambientación. El plan, el siguiente: “Nos centramos, básicamente, en los almuerzos de las mañanas, los vermús al mediodía y las comidas más tarde. Luego, por la tarde, mucha gente viene más con el rollo del bocateo”, zanja el responsable.

"Nuestra esencia es lo tradicional, y trabajamos muy bien a la salida de los toros o cuando hay pelota"

Julio César Terrazas - Responsable Pulpería Kantxa

Además, Julio César comenta, sobre las características intrínsecas del bar, que “aunque respetamos nuestra gastronomía porque tenemos una variedad como pocos bares de la ciudad, cuando se acercan las fiestas siempre solemos probar con nuevos licores que nos traen los proveedores. Tenemos nuevo sabores de mango, fresa y algún otro más exóticos”. Eso sí, por encima de todo, “manteniendo siempre lo tradicional. Este bar lo conoce muchísima gente, nuestra esencia es lo tradicional y trabajamos muy bien con los partidos de pelota, la salida de los toros, las peñas... Sin olvidar la gastronomía gallega”. Aun así, sabe que “a partir del día 9 ya desciende la asistencia de gente, pero los horarios no cambiarán, y estaremos abiertos hasta las 4 o 5 de la mañana, en función del público”, comenta el responsable de uno de los bares más célebres de la capital navarra.

¿Y los vecinos?

Durante estos días, la cuestión sobre la convivencia se lleva el plato fuerte. Evidentemente, se trata de la llave para alcanzar esa sintonía tan necesaria y, en varias ocasiones, inexistentes entre el 6 y el 14 de julio. Ibai Aristu, residente de un inmueble del portal 29 de la Calle Labrit, confiesa lo siguiente: “La verdad que no me hace mucha gracia que se acumule tanta fiesta por la noche, especialmente en las horas más tardías. Ahora, es verdad que todo se oye menos por la eliminación de la carpa. El año pasado, al menos, aquí se notó muchísimo el descenso de ruido y demás”, sentencia Ibai.

Sin embargo, otros como Iñaki Arraiza, vecino del portal 25 de la Cuesta, reconoce no importarle “que durante la semana grande haya más follón de lo normal. Si no eres mucho de salidas, cierto es que por aquí, igual que en toda la zona del centro, lo vas a pasar un poco mal por las noches”. Pero es así, son Sanfermines y, aunque es obvio que cueste más descansar, yo soy el primero que pasa casi todo el día fuera y,personalmente, me perjudica poco vivir aquí. Al contrario, más cerca tengo la fiesta”.

Un extracto de los sentimientos, ilusiones y nervios que inundan estos días la ciudad. Salgamos más o menos o durmamos mejor o peor, se tratan de ocho noches en las que mucha gente daría todo por pasarlas en Pamplona. 800.000 personas han recorrido miles y miles de kilómetros para disfrutar de una fiesta que, nosotros, tenemos en casa.