Con casi 70 años a sus espaldas, el norteamericano Robert Finley se subirá al escenario de la plaza de la Compañía este miércoles 12 de julio en el penúltimo concierto del ciclo de Jazzfermín. Blues y soul de un hombre hecho a sí mismo, un artista en la sombra hasta que en 2016 volvió con un álbum aclamadísimo por la crítica especialidada. Hoy día, a sus 69 años, cuenta con el apoyo de la crítica y de Dan Auerbach de Black Keys que ha producido y editado su último disco.

Finley nació y se crió en Louisiana y ya a los 11 años comenzó a practicar con la guitarra En 1970, se unió al ejército para servir como técnico de helicópteros en Alemania, pero acabó como guitarrista y director de la banda militar. De regreso a EEU., Finley trabajó como artista callejero a tiempo parcial, líder del grupo de gospel Brother Finley and the Gospel Sisters y como carpintero. Con los años, fue considerado legalmente ciego y obligado a retirarse de la carpintería.

Así que le quedaba la música. Una ONG que apoya a los músicos de blues que están envejeciendo, descubrió a Finley tocando en la calle antes de un concierto en Arkansas. Lanzó su álbum debut Edad no significa nada, con más de 60 años, en 2016. Desde entonces ha publicado otros álbumes, ha ofrecido conciertos por todo el mundo, ha colaborado en bandas sonoras e incluso ha participado en el programa America's Got Talent.

En la tarde del mismo miércoles,, a partir de las 20.00 horas, el grupo estellés Raimundo El Canastero pondrá a bailar a la plaza de la Compañía con su música fusión de rumba, salsa, cumbia y reguetón. Este joven grupo navarro bebe de variadas influencias, como Los Chichos, Los Amaya, C. Tangana o bandas cubanas y caribeñas, gracias a las que pueden presentar un concierto con un amplio abanico de ritmos y músicas del mundo.