Fue quizá el momento de mayor imprudencia del encierro. Ocurrió durante el paseo de ‘Chistoso’ e ‘Ilustrado’. El grupo en el que van ambos toros entra a la plaza en el minuto 2’04’’ y justo en la puerta ambos se desorientan y empiezan una vuelta en el sentido contrario a las agujas del reloj. Cuando están a punto de empezar la segunda vuelta irrumpe un mozo, en actitud de pata, que desde el minuto 3’09’’ empieza a citar a ambos toros pese a que la megafonía pedía no despistar al toro y dejar a los dobladores que hicieran su trabajo.
El mozo persigue a los toros por la plaza, va justo detrás de ellos, y algunos corredores experimentados incluso le recriminan lo que está haciendo. Pero él pasa. En el minuto 3’46’’ de encierro, justo después de que un doblador casi consiguiera enderezar al toro negro, llega otra vez el mozo y le palmea la grupa. Y unos segundos más tarde, en el minuto 4’02’’, vuelve a incitar al toro. Para entonces la plaza ya le pita sin descanso.