Dispar en presentación y juego, aún más si la comparamos con la del año pasado, la corrida de Victoriano del Río. Pero buen resultado si nos atenemos a que hubo tres toros de nota alta. El mejor, Campanilla el torazo quinto que tuvo importancia de principio a fin.

Sebastián Castella volvía a esta plaza después de cinco años de ausencia. El primero, Jabardillo, fue uno de los dos playerotes de la tarde. El galo lo recibe con verónicas de medio compás y una media pinturera. El toro empuja con un solo pitón, sin más; y en segunda instancia, sólo señalar. Bien Castella colocando y saliéndose por la cara del caballo, que ya mucho se obvia. Quite de Emilio de Justo por chicuelinas. Banderillas comonsín.

Castella brinda a al chef Sandoval. Faena sin mucho acople con la diestra. Por el lado izquierdo el toro es más tardo, pero se desplaza con cierta calidad. Opta por cercanías el francés por la falta de emociones. Vuelve en redondo para una serie profunda, lo mejor de su labor. Poco atinado con el acero. Emilio de Justo se las vio con un segundo burraco y Cantaor y rabicano y playerote más aún como su hermano abreplaza. Volteretón del toro en el primer lance de recibo con el percal. Otros dos encuentros sin más ante el caballo. Ligeritos y sin brillo los rehiletes. Gran y enclasado pitón derecho de Cantaor, que el extremeño aprovecha con mando, temple y largura. Muy menos el lado izquierdo por donde el victoriano protestaba y se quedaba más corto. Buen fin de faena y estocada un punto desprendida. Tarda mucho el toro en doblar y enfría la petición de oreja.

El tercero, Esperón, algo justo de trapío y de astifina y acaramelada cuerna. Empuja y derriba al piquero en el primer encuentro y acude alegre al segundo y cumple. Ginés Marín, quita por chicuelinas y tafalleras y revolera. Buen par, el tercero, de Antonio Chacón. Con la pañosa Ginés se aplica de inicio de rodillas. Esperón pierde las manos por su propia inercia. Naturales largos sin apreturas. Insiste por el pitón zurdo varias tandas acoplándose más. Bernardinas ajustadas como epílogo a una buena estocada, ligeramente caída. Oreja.

Poco Sol, el cuarto, dejaba que desear por altón y por falta de morrillo. Mal hecho. Alternó embestidas al ralentí a media altura con medias embestidas buscando. Una vez encontró a Catella, al que le dio una voltereta. El galo, demostrando una vez más que no sabe crear bellezas con el capote y pesado con la muleta y más aún con los aceros. Mal regreso de Castella.

Emilio de Justo por fin enseñó algo bueno a la verónica ante Campanilla, un grandón en kilos (620), que se dejó en varas y llegó extraordinario a la muleta. Un bionomio de encaje muy bueno. Campanilla estará nominado seguro al Premio Carriquiri y De Justo, buen torero y la mejor manufactura de la feria. Ritmo y acople. Doblones preciosos de abroche. Estocada y dos justas orejas. Puerta grande del Encierro para él.

Toledano, el sexto y con mayor y armónico trapío empujó con la cara alta. Se movió pero con cierto desorden y sin terminar de emplearse. Ginés Marín estuvo a la altura y dejó un espadazo desprendido de rápido efecto.

Los toros

Victoriano del Río. 6 toros Corrida desigual de hechuras. El 1º, noble y manejable. El 2º y 3º enclasados. . El 4º, mal hecho, complicado, desigual. 5º, bravo y con clase, ovacionado. Y el 6º, manejable.

Los toreros

Sebastián Castella. De grana y plata e hilo blanco. En el 1º, dos pinchazos y estocada corta (silencio). En el 4º, cuatro pinchazos. media estocada y descabello (silencio tras dos avisos).

Emilio de Justo. De verde botella y oro. En el 2º, estocada desprendida (saludos tras aviso). En el 5º, estocada (dos orejas).

Ginés Marín. De pistacho y oro e hilo blanco. En el 3º, estocada un punto caída (oreja). En el 6º, estocada caída (saludos).

Las gradas

Presidencia. Cristina Ibarrola. No dejó el pañuelo de la 1ª oreja del 5º y se la lío a más de uno que no sabía que oreja pedía. Mal. F. Moreno y Antonio Puig.