Los toros de Victoriano del Río han protagonizado este jueves un encierro rápido y sin incidencias graves, con una duración de 2 minutos y 19 segundos, el más veloz en lo que va de San Fermín 2025. A pesar de varias caídas, no se han registrado heridos por asta, aunque siete mozos han requerido traslado a centros sanitarios.
La carrera ha comenzado puntual a las ocho de la mañana, con las reses saliendo de los corrales de Santo Domingo bien guiadas por los cabestros. Desde los primeros trotes, los mansos han tomado la delantera y un castaño se ha adelantado. La manada ha mantenido un buen ritmo y ha permanecido agrupada prácticamente todo el recorrido, lo que ha aportado seguridad y continuidad a la carrera, permitiendo a muchos corredores lucirse con bonitas carreras.
En los primeros metros, la densidad de mozos en la parte izquierda de la cuesta ha provocado algunas caídas, aunque sin consecuencias importantes. Uno de los cabestros ha amagado con desviarse, pero sin llegar a crear peligro ni descomponer la manada, que ha mostrado una gran nobleza en su comportamiento. Ninguna de las reses ha embestido contra los mozos en ningún momento.
La carrera ha avanzado con velocidad por la plaza del Ayuntamiento con Jara, un colorado de 590 kilos, adelantado. En Mercaderes, dos mozos han chocado entre sí justo al paso de uno de los toros. El astado, con un comportamiento templado, no ha reaccionado, y el incidente ha quedado en un susto. Uno de los momentos más peligrosos se ha vivido en esta zona, cuando un joven ha logrado zafarse en el último instante del toro.
Manada estirada: huecos para correr entre las astas
En Estafeta, la manada ha ofrecido un espectáculo especialmente vistoso. Aunque muy compacta en líneas generales, Tallista, el más pesado de los toros con 615 kilos, ha liderado el esprint, dejando imágenes espectaculares para los corredores, que han aprovechado los huecos que se abrían entre los animales para realizar tramos lucidos. A pesar de la velocidad y la tensión del momento, no se han producido situaciones comprometidas. Uno de los toros negros ha quedado ligeramente descolgado en algún instante, pero ha logrado mantener el contacto con el grupo, sin romper la unidad.
Ya en el tramo final, al llegar a Telefónica, un cabestro ha retomado la cabeza, y los toros se han ido reagrupando en una entrada compacta y ordenada a la plaza, donde los corredores han podido realizar las últimas carreras. En este punto, un mozo ha caído al suelo y un toro ha llegado a tropezar al intentar evitarlo, sin mayores consecuencias. Bonitas carreras en el último tramo de este cuarto encierro de la mano de Victoriano del Río.