arbizu. Después de dos Nafarroa Oinez deslucidos por el viento y la lluvia, el tiempo dio por fin ayer un respiro a la ikastola Andra Mari de Etxarri Aranatz y permitió que los euskaltzales disfrutaran del paisaje de Sakana en un día despejado. Los termómetros apenas subían sobre el cero a primera hora de la mañana y a las 10.00 horas, cientos de personas acudieron al acto de inauguración con la bufanda al cuello. Por suerte, una vez puestos en marcha, el cielo despejado permitió un paseo sin necesidad de tanto abrigo y el sol consiguió que lucieran las vistas que el paisaje ofrecía.
Al contrario que en las ediciones del Oinez de 1989 y 1996, también organizadas por la ikastola Andra Mari, este año sus representantes decidieron que el recorrido no pasara por Etxarri Aranatz, donde se ubica el centro, para centrarse en las localidades de Arbizu, Lakuntza y Arruazu. En total, fueron nueve kilómetros y medio de un camino llano y asfaltado en su mayor parte, por el que pudieron transitar las silletas de los más pequeños y las sillas de ruedas de otros asistentes. El camino entre un área y otra del recorrido iba acompañado de las vistas de la sierra de Aralar. Además, añadió la directora de la ikastola Andra Mari Muxi Mariñelarena, "el recorrido da la posibilidad de ver las mil y una caras del monte San Donato".
siete zonas de fiesta El recorrido amplio permitió organizar la celebración en torno a siete áreas entre las cuales repartir el grueso del público. A las 10.00 horas, inmediatamente después del corte de la cinta, la música empezó a sonar en los altavoces dispuestos a lo largo del recorrido y en las áreas comenzaron las actuaciones de grupos, bertsolaris, dantzaris etcétera. Además, en el camino no faltaron las charangas, trikitilaris y comparsas. Entre lo más destacado de la fiesta estuvo el concierto de Oskorri, las actuaciones del Mago Txan para los más pequeños y los Castellers de Cataluña que construyeron dos torre humanas en diferentes puntos y horarios. Los más jóvenes se apostaron en Sarraste e Itsasalde, donde se celebraron conciertos, mientras que las familias disfrutaron sobre todo en Olatzea, Arruazu e Illardi con castillos hinchables, herri kirolak y juegos para niños. En Iruetaburu, por su parte, sonó la música más variada sonó en Iruetaburu de la mano de los grupos Akelarre, los alsasuarras Haize Berriak y los gaiteros de Mondragón, entre otros. Por último, el área Txikiak Handi ocupó un lugar destacado en esta edición, acogiendo entre otros a artistas de Occitania, Cataluña y Aragón.
territorio joven El rock y el punk que varios grupos de la zona de Sakana ofreció en Itsasalde (área 6) se oía desde mucho antes de llegar al campo de fútbol viejo de Lakuntza, donde se instaló el escenario, y que se convirtió en uno de los destinos favoritos de los jóvenes. La cuadrilla de las pamplonesas Saioa Garro, Iraide Gómez, Maite Compains y Haizea Sanz escogió esa área "por los conciertos" entre los que destacaron el de Tximeleta. Este grupo de chicas que rondadan los 15 años trajo todo preparado para la cita: llegaron en autobús desde la capital y con los bocadillos hechos en casa esperando en la mochila para no hacer colas ni gastar dinero a la hora de la comida. "Las mejores áreas son ésta y la 2, donde iremos luego iremos, aunque también hemos estado en Olatzea e Illardi, que son para los niños", contaron. Por muy bonito que sea el paisaje o fácil el recorrido, a los jóvenes suele convencerles más el acampar en un lugar determinado. Tal vez sea por la explicación que dieron las pamplonesas: "Aquí se conoce mucha gente y la que no liga es porque no quiere".
para toda la familia La primera parada del recorrido, Olatzea, situada en Arbizu, fue una de las más concurridas. Familias completas disfrutaron con los herri kirolak, así como con los trucos del Mago Txan y con la música con la que el club Betizu hizo bailar a las grandes y pequeños. Además, los niños y niñas se acercaron hasta el taller que DIARIO DE NOTICIAS había instalado para dejar mensajes y dibujos de apoyo al Nafarroa Oinez y también elaboraron sus propias chapas con la imagen de la luciérnaga Argiñe.
Mikel Mendia, vecino de Pamplona esperó a que su hija Leire, de 4 años, colocara en el tablón su dibujo. "Ahora hemos parado un rato aquí para ver lo de Betizu. El recorrido es un poco largo pero creo que vamos a completarlo", señaló.
Olga Garriz, vino desde la Chantrea de Pamplona con su marido y su hijo de 8 años y destacó que Olatzea era la zona "con más cosas para los críos". "Hemos podido celebrar el Oinez "con muy buen tiempo y disfrutando del paisaje", aseguró.
Por el camino entre las áreas también pudo verse al harrijasotzaile Mieltxo Saralegi con su familia. "Después de trabajar por la mañana había que disfrutar un poco", bromeó. Saralegi, natural de Leiza, participó en los herri kirolak a las 11.00 horas en Iruetaburu y se quedó después con los suyos para conocer las demás zonas del recorrido.