pamplona. "Le voy a comer a besos, las palabras sobrarán", aseguró ayer Silvia Albés, la esposa de Pablo Costas, uno de los tripulantes del Alakrana, una expresión rotunda que resumía la alegría de los familiares tras la liberación del pesquero.
De la misma opinión era María Ángeles Jiménez, esposa del tripulante Gaizka Iturbe, que señalaba que era un "día superfeliz para todos, para los 36 marineros secuestrados y para los miles que están detrás".
Argi Galbarriatu, hermana del capitán del atunero vasco, Iker, liberado tras 47 días de secuestro a manos de piratas somalíes, hizo pública la satisfacción de los familiares de la tripulación por este hecho y aseguró que los marineros "están aliviados".
Galbarriatu realizó estas declaraciones en una rueda de prensa multitdinaria celebrada en el Ayuntamiento de Bermeo (Vizcaya), donde tiene su base la empresa propietaria del Alakrana, Echebastar Fleet, y en la que también estuvieron presentes el alcalde de la localidad, Xabier Legarreta, así como Olga Torre, esposa del maquinista, y Jon Iturbe, hermano del engrasador del barco.
"Hoy es un día especial, de celebración", dijo una emocionada Galbarriatu, quien explicó que había podido hablar con su hermano, Iker, sobre las tres de la tarde y que, según le había dicho, los marineros todavía "no se lo creían mucho" porque la liberación les había cogido por sorpresa. En esa conversación telefónica, Iker Galbarriatu reiteró a su hermana que se sentían "aliviados" y deseando llegar a puerto para volver a casa.
En esta misma línea se expresó Olga Torre, quien habló con su marido, Víctor Bilbao, pocos minutos antes de las cuatro de la tarde, aunque fue una conversación breve porque, según dijo, como es el maquinista, lo único que quería era "sacar a los hombres lo más rápido posible de ahí".
agradecimientos Galbarriatu agradeció de manera especial el apoyo de "las instituciones más cercanas", en concreto de los ayuntamiento donde residen los marineros vascos del Alakrana (Bermeo, Ondarroa, Mundaka, Sestao, Santurtzi y Bilbao) y también el respaldo de la empresa.
Además, agradeció a los medios de comunicación el seguimiento informativo del secuestro, pidió un poco de respeto para las familiares y avanzó que ya se hablará más adelante cuando los marineros lleguen a casa, algo que no sabían exactamente cuándo se va a producir.
"Van a ser unas navidades especiales", aseguró con alegría Galbariatu, quien, cuando fue preguntada por la posibilidad de organizar un recibimiento especial para los marineros, apuntó que éstos no tendrán muchas ganas de recibimientos especiales, sino de llegar a casa y encontrarse con las familias. "Lo primero será acogerles en casa y darles cariño", afirmó. Galbarriatu aseguró que, aunque en la rueda de prensa de Bermeo sólo había tres allegados de los tripulantes, los familiares son "una piña" y que habían estado en contacto durante la mañana. Justificó la ausencia de otros familiares en que "los sentimientos están a flor de piel".
Belén Costas, esposa de Joaquín Fernández, otro de los tripulantes del atunero, aseguró que los familiares de los marineros retenidos "no esperaban" que la liberación se produjese ayer y mostró su satisfacción por la noticia. Belén Costas explicó que los familiares de los tripulantes del atunero no saben "nada" de si se ha pagado un rescate ni les "importa".
Por su parte, Cristina Blach, hija del patrón del Alakrana, aseguró: "Nosotros somos España, un país en que todo el mundo sabía que íbamos a salir del secuestro; otros barcos están apresados desde hace meses y nadie los va a sacar de allí".