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"La cardiología ha avanzado tanto en Navarra que hasta los pacientes graves superan los 85 años"

El 8 de julio de 1980, en plenos Sanfermines, ingresó el primer paciente del recién creado Servicio de Cardiología del Hospital de Navarra, uno de los pocos del Estado con todas las técnicas cardiológicas en boga. De los Arcos, padre del espectacular salto que Navarra inició en 1968 en este área, se jubila tras 42 años cuidando del corazón de los navarros.

"La cardiología ha avanzado tanto en Navarra que hasta los pacientes graves superan los 85 años"

Pamplona. Hijo de médico rural, De los Arcos, de 70 años y gallego de adopción, eligió especializarse en corazón porque tenía buen oído. "Era importante para detectar los soplos y saber interpretarlos. El corazón, si tienes buen oído, te puede parecer música". Este especialista, que será homenajeado mañana por el Hospital de Navarra, llegó a la Comunidad Foral en 1968 para liderar la implantación de esta especialidad en la sanidad pública y es el responsable de que Navarra disponga, desde los años 80, de una cardiología integral, es decir, con planta de hospitalización, Unidad Coronaria, Hemodinámica, Ecocardiografía, Ergometría, Electrofisiología, y unidad de consultas externas. El Servicio de Cardiología, incluido en la Unidad de Corazón, planta cara a las enfermedades cardiovasculares, la primera causa de mortalidad en el mundo. De ellas, la más frecuente es el infarto de miocardio, de los que se registran unos 240 al año en Navarra.

¿Ha cambiado mucho la cardiología en Navarra en estas cuatro décadas?

La primera etapa era primitiva comparada con la cardiología de ahora. Fueron años muy duros. Vinimos de Madrid, dos cirujanos y yo como único cardiólogo, con una mentalidad muy abierta y nos encontramos con un hospital que parecía del siglos anteriores, todavía con salas para 15 o 20 personas. Hubo que luchar mucho para mejorar la situación, pero se iniciaron cosas que luego se desarrollaron, por ejemplo, el primer laboratorio de electrofisiología para el estudio de la actividad eléctrica del corazón mediante catéteres. Nuestros métodos eran tan artesanales que si los empleara ahora me meterían en la cárcel. Utilizábamos una especie de enchufes como los de la pared conectados a los terminales de un catéter para electrofisiología, que es el que metíamos dentro del corazón. No estaba protegido y en caso de producirse una pequeña disarmonía en la actividad eléctrica del catéter hubiéramos organizamos un lío impresionante. De eso, menos mal, me enteré muchos años después. Ahora el desarrollo de las técnicas es extraordinario y disponemos de aparatos que permiten ver el corazón en tres dimensiones algo que hace años parecía ciencia ficción.

¿Cómo es el corazón?

Extraordinario. El corazón es muy lógico y simple en su funcionamiento, pero muy exigente. Es duro, pero, a la vez, muy frágil a la falta de oxígeno, aunque menos que el cerebro. Es un músculo, pero con una constitución tal que está preparado para funcionar sin descanso desde que nacemos hasta que morimos.

Si tuviera que elegir alguno de los avances técnicos de los últimos años, ¿cuál sería?

La hemodinámica o tecnología intervencionista, es decir, la posibilidad de atender un infarto en un corto plazo, ya que permite salvar un montón de vidas y dejar al paciente en buenas condiciones.

Especialmente efectiva en el caso de los infartos.

La clave es atender el síndrome coronaria agudo, es decir, el infarto de miocardio, del modo más rápido posible, antes de que pasen dos horas desde el comienzo de los síntomas. Muchas veces, desbloqueando la arteria, por ejemplo, conseguimos hacer abortar el infarto y ese corazón, cuando enviamos al paciente al casa, está completamente recuperado. La muerte del paciente depende del tiempo, si la atención es inmediata hasta si es muy grave puede superarlo, por eso es importante poner desfibriladores en lugares de concentración de personas, pero también de la intensidad del infarto.

Si la enfermedad cardiovascular es la más mortífera, ¿porque hay otras, como el cáncer, que atemorizan más?

El cáncer ya no da tanto miedo. Su tratamiento con las nuevas técnicas es extraordinario, sin embargo, todas las personas saben que si el corazón se les para se mueren. Las enfermedades de corazón siempre han impresionado, pero ahora, cualquier técnica obtiene resultados muy buenos. La posibilidad de vida, incluso de los que han desarrollado un daño grave como para sufrir una insuficiencia cardiaca, aumenta, de hecho, los enfermos que empiezan con problema a los 65 años pueden superar los 85.

¿Aumentan las enfermedades coronarias porque tenemos el corazón más débil o malos hábitos de vida?

Hay más enfermedades pero también tenemos más medios para resolverlas. ¿Por qué aumentan? Se diagnostican más y antes. Los problemas cardiovasculares siguen liderando las enfermedades como primera causa de mortalidad y morbilidad en el mundo, sobre todo en los países que acaban de entrar en la economía de mercado, donde aparecen los vicios: el colesterol, fundamentalmente, el tabaco, la hipertensión arterial y la diabetes. Además, partir de los 65 es cuando empiezan a aparecer los problemas cardiovasculares y como la gente vive más se diagnostican más.

¿Ha cambiado el perfil del enfermo? Parece que cada vez hay más mujeres y jóvenes entre los enfermos...

Antes las mujeres solían tener arterioesclerosis después de los 55 años, a raíz de la menopausia, hoy tenemos infartos y anginas de pecho en mujeres por debajo incluso de los 40, en este caso es casi seguro que la paciente fuma. Cada vez estamos viendo más casos de mujeres que desarrollan problemas coronarios a una edad más temprana. A partir de los 55 la incidencia es prácticamente igual que la del hombre, el problema es que la mujer tiene más riesgos que el hombre: acude más tarde al médico y el intervencionismo es peor porque tiene las coronarias más finas. También aumentan los infartos y muertes súbitas por la cocaína. Esta droga mata mucho: produce una especie de vasoconstricción de las arterias coronarias que dejan el corazón seco según la dosis.

¿Qué es lo más preocupa a los enfermos cardiovasculares: cambiar la dieta, sus hábitos de ocio, tener que limitar el sexo?

Lo que más les preocupa a muchos porque son comilones es la dieta, deben adoptar la mediterránea, que va muy bien, hacer más ejercicio y abandonar el tabaco. Lo de la actividad sexual es un mito. Antes se prohibía, pero es recomendable. Es un tipo de ejercicio físico, el más agradable y relajante. Nosotros a los pacientes de infarto que desarrollan impotencia por miedo les convencemos de que no hay problema. Hay gente que empieza a ver la vida como es tras un infarto.

¿Funciona la prevención o sólo nos cuidamos cuando el corazón nos da un aviso?

Depende de la edad y del grado cultural de la gente. En general nuestra experiencia es que el tema les preocupa poco. Todos los años se organiza la Semana del Corazón a la que van los que han tenido problemas, pero muy poca gente sana. La gente se preocupa cuando tiene antecedentes familiares o sufre un aviso.

¿Cómo es la salud de los navarros en este área?

Fabulosa, según el Proyecto Ibérica, en el que está incluido Navarra, con tasas excepcionalmente bajas de enfermedad coronaria. Esto se puede deber a que se conserva la dieta mediterránea, se hace ejercicio físico y dan fruto las campañas de concienciación iniciadas hace 18 años.