El falso vidente que no anticipó su detención

Un huevo, que al romperse apareció negro, fue suficiente para que el falso curandero se ganase la confianza de su víctima. Ella lo había depositado debajo de su cama, siguiendo las instrucciones de él, y había recogido un poco de agua de aseo para completar el ritual. Espíritu, que así se hacía llamar el vidente, consiguió que la mujer llegase a entregarle 17.000 euros, totalmente seducida por el engaño que tejió ante ella.

Detrás del apodo se escondía realmente A.C.D., un senegalés domiciliado en Pamplona, de 41 años de edad, al que le constaban otros dos arrestos anteriores. La Policía Nacional lo ha detenido en esta ocasión por un delito de estafa cometido después de la denuncia que decidió interponer la mujer al perderle de vista a él y a su dinero.

"Profesor Bayo, vidente, médium y curandero africano" era el texto que figuraba en la octavilla con la que se anunciaba el falso hechicero, que aseguraba contar con más de 30 años de experiencia "en todos los campos de la magia". Las investigaciones se iniciaron después de que una mujer de nacionalidad ecuatoriana pusiese los hechos en conocimiento de la Policía Nacional.

La víctima relató que había recibido la citada publicidad en su buzón y como se encontraba anímicamente mal había decidido concertar una consulta con él. Cuando acudió al domicilio del supuesto vidente, éste le dijo que alguien le estaba haciendo daño y necesitaba una cura inicial para deshacerse del mal que tenía un precio de 1.500 euros, si bien para un trabajo completo debería abonar otros 23.000 euros más.

Este trabajo consistía en colocar un huevo bajo la cama y al levantarse coger un poco de agua de su aseo y llevarla junto con el huevo a la consulta. Una vez allí, el ahora detenido rompió el huevo delante de la ella y como éste estaba negro generó una confianza en la víctima, por lo que en días posteriores la mujer regresó para seguir con el ritual y para ello tuvo que entregarle 17.000 euros que supuestamente quedaban bajo custodia del acusado como parte del proceso de curación.

Sin embargo, al volver de nuevo a la consulta fue una mujer la que le abrió la puerta y le informó de que el hombre había desaparecido y con él el mobiliario y los útiles que utilizaba en sus rituales, según pudo comprobar la denunciante. Fue el pasado martes cuando los agentes detuvieron al presunto estafador que al parecer no es el único que emplea métodos de esta naturaleza ya que, según la Policía Nacional, se han presentado otras denuncias contra personas de nacionalidad extranjeras que se hacen pasar por videntes o curanderos y se ofrecen a resolver problemas económicos, de salud o amorosos con rituales en domicilios particulares en los que, con el único fin de obtener dinero.