Un alunizaje a la inversa
La Policía Municipal de Tudela detuvo ayer a un joven que robó un coche del concesionario Renault. Empotró el vehículo contra la fachada de cristal, pero no para entrar sino para salir del local.
empotró un coche contra la cristalera de un concesionario de vehículos, pero no para entrar en el establecimiento sino para salir de él. Contraviniendo la norma básica del alunizaje, de fuera hacia adentro, el tudelano de 25 años detenido por la Policía Municipal ayer por la mañana, destrozó el escaparate de la Renault, en el polígono industrial de Tudela, desde el interior del local. Lo hizo, en la madrugada del miércoles al jueves, con un Megane de la exposición del concesionario, el mismo con el que escapó del lugar y que, posteriormente también fue localizado.
La extraña peripecia del joven, que ayer permanecía en dependencias de la Policía Nacional, provocó importantes daños en el negocio de Aramburu Belloso desde donde reconocían su sorpresa por lo ocurrido. "La salida ha sido en plan alunizaje, la entrada no sabemos cómo", comentaba una de las empleadas ante el panorama de cristales hechos añicos.
Lo cierto es que, de momento, se desconoce cómo accedió el individuo al establecimiento, aunque lo realmente curioso está en su particular método de salida y en su empeño por alcanzarla. Primero, empotró el Megane de la exposición contra la puerta principal pero, al no lograr atravesarla, dirigió el vehículo hacia la cristalera principal por donde, finalmente, logró escapar con el coche. No fue muy lejos porque a primeras horas de la mañana, fue detenido por la Policía Municipal. "Es la primera vez que sufrimos un robo de este tipo, yo en el tiempo que llevo trabajando aquí nohabía vivido algo semejante", explicó una trabajadora.
otros casos
Oleada en 2001
El robo con alunizaje no es nuevo en la Ribera. En 2001, en tan sólo dos meses se produjeros tres sucesos de este tipo. El primero tuvo lugar en Tudela, en el concesionario de Tudauto, en el mes de octubre. En noviembre, los cacos volvieron a las andadas en Auzosa Ford, en la capital ribera. Unos días después, la víctima era la cristalera de Montpiel, en Cintruénigo. En todos los casos, el vehículo intentaba entrar a los establecimientos y no a la inversa.
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