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El presunto asesino de Amaia Azkue es un vecino de Azpeitia de familia adinerada

el autor confeso del crimen fue internado en el centro de menores de zumarraga Los agentes de la Ertzaintza investigaban "desde hace tiempo" a este joven que ayer cumplió 18 años

El presunto asesino de Amaia Azkue es un vecino de Azpeitia de familia adineradaEFE/Juan Herrero

donostia. El joven, que estudió en los Antonianos y no destacó precisamente durante su etapa escolar, es un joven de cuerpo atlético, rubio y bien parecido, a quien durante las últimos meses se le ha visto "de juerga" en fiestas de municipios de la comarca. Gran aficionado a las motos y a los coches, contaba con algún antecedente por delitos contra la propiedad. El joven ingresó el miércoles por la tarde por orden judicial en el centro de menores de Ibaiondo, en Zumarraga, tras reconocer su autoría en el crimen en la sede de la Fiscalía de Menores de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa.

Mucho se ha especulado sobre el móvil del cruel asesinato que aquel fatídico miércoles acabó con la vida de Amaia, de 39 años y madre de dos niñas de corta edad. El asesino arrojó su cuerpo sin vida al embalse de Ibai-Eder, en Azpeitia, atado de pies y manos. La víctima había recibido golpes brutales que le provocaron la rotura del cráneo.

Sin descartarse ningún otro extremo, el robo ha sido la hipótesis que más fuerza ha cobrado durante este tiempo. Pese a ello, el presunto asesino, quien extrajo 300 euros con la tarjeta de la víctima el mismo día del asesinato y volvió a intentarlo dos días después en Zarautz, residía en un acomodado bloque de viviendas de Azpeitia. El autor confeso, que tiene otro hermano mayor, es hijo del directivo de una conocida firma del sector de la acería en esta localidad.

La investigación policial durante los últimos cinco meses ha sido incesante. Las pesquisas practicadas por la Ertzaintza, y especialmente las "evidencias obtenidas durante los últimos días", confirman la hipótesis de que A.E. "es el autor del homicidio", informaron ayer fuentes del Departamento de Interior.

seguimiento "obsesivo" El seguimiento a jóvenes de la comarca con un estatura de entre 1,85 y 1,90 "se había convertido en algo casi obsesivo para la Policía", indican fuentes cercanas al caso. Durante este tiempo se ha barajado una amplia lista de sospechosos, a muchos de los cuales se han tomado muestras de ADN sin que ellos mismos lo advirtieran. Todo ello con el objetivo de cotejarlas con las muestras recogidas en el Meganne gris familiar que conducía aquella mañana Amaia, en el que fue trasladada hasta Azpeitia, y que fue hallado dos días después del asesinato junto al Santuario de Loiola.

La Ertzaintza había estrechado el cerco al presunto asesino en los últimos días. El joven fue citado en la Ertzain-etxea de Azkoitia el miércoles por la mañana. Acudió en compañía de su padre y su abogado. Tras abandonar la sede policial, según informó el Departamento vasco de Interior, acudió voluntariamente a la Fiscalía para reconocer la autoría del crimen. Poco después, agentes de la Ertzaintza registraron su domicilio de Azpeitia. En el piso se localizaron nuevas evidencias que se suman a la investigación, que continúa bajo secreto sumarial.

"arrepentimiento" En su declaración, el joven dijo que había decidido entregarse "por arrepentimiento", aunque rehusó ofrecer detalles sobre el modo en que acabó con la vida de Amaia, a quien no ha trascendido si conocía con antelación. Para la Policía no acaba de casar la versión ofrecida por el autor confeso del crimen, quien aseguró que aquel miércoles 16 de marzo fue recogido por Amaia tras hacer autoestop, "accediendo a trasladarle hasta Azpeitia", itinerario durante el cual "mantuvo una discusión".

Los hechos ocurrieron a partir de las 13.00 horas, poco después de que Amaia saliera del Eroski de Zarautz tras tomar un café con unas amigas y realizar unas compras. El presunto asesino no precisó cómo se produjo la muerte. Amaia era hallada por unos vecinos cuatro horas después de ese encuentro atada de pies y manos, sumergida en aguas del embalse de Ibai-Eder. En su declaración, el arrestado solo admitió que golpeó a su víctima hasta matarla. Los abundantes restos de sangre hallados en el paraje hacen sospechar que este vecino de Azpeitia golpeó con una piedra hasta la muerte a Amaia en las inmediaciones del embalse.

Para que el asunto quede formalmente cerrado, es preciso todavía el resultado de las pruebas para comprobar el ADN del joven, que ha accedido a que se le tomen muestras biológicas. Éstas serán cotejadas con las encontradas en el lugar del crimen.

Lo cierto es que la "exhaustiva" investigación policial ya había permitido establecer indicios muy concretos que apuntaban a su presunta autoría antes de que éste decidiera entregarse. Había pruebas "de contenido científico y técnico" que "tarde o temprano" iban a permitir dar con él, precisan las mismas fuentes.

La resolución del caso ha sido posible gracias al esfuerzo de una treintena de especialistas de investigación criminal volcados de manera permanente y apoyada por todas las unidades de Gipuzkoa durante los últimos cinco meses. En el avance de las pesquisas "ha sido de crucial importancia la colaboración ciudadana".