Detenido el 'terror' del híper

La Policía Nacional ha resuelto uno de los casos más rocambolescos de los que tenía entre manos en la capital de España con la detención del terror de los híper, el presunto autor de la sustracción de más de 3.000 carros de la compra en diferentes centros comerciales de Madrid a lo largo del año, por cuya venta en una chatarrería habría obtenido unos beneficios económicos que podrían alcanzar los 290.000 euros.

A Juan Antonio le pilló la Policía el pasado 24 de noviembre después de que se diera un paseo por el centro que Ikea tiene en La Gavia, en el ensanche del madrileño barrio de Vallecas, y se llevara en la furgoneta dos carritos del célebre supermercado de muebles.

Según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Madrid, Juan Antonio R.C., un ciudadano español de 37 años con cinco antecedentes por robo, llevaba desde principios de año robando carros de la compra, con mucha frecuencia pero en pequeñas cantidades.

Finalmente, la instalación de GPS permitió a los agentes averiguar el destino final de los carros e identificar al autor de los robos.

La investigación se inició a raíz de las denuncias interpuestas por los representantes de varios establecimientos comerciales, que aseguraron que habían desaparecido numerosos carros de la compra.

En colaboración con los responsables de las empresas se instaló, de manera aleatoria, un sistema de localización GPS en algunos de los carros, hasta que uno de los dispositivos alertó de una salida del perímetro del centro comercial.

EL GPS marcó como punto de referencia una calle del distrito madrileño de Puente de Vallecas al que se dirigieron varios vehículos policiales que localizaron una furgoneta en cuyo interior había dos carros de la compra, uno de ellos con el citado dispositivo.

Allí mismo procedieron a la detención de Juan Antonio como presunto autor de un delito de hurto.

Los agentes inspeccionaron después una chatarrería ubicada en el barrio madrileño de Vicálvaro en la que hallaron 29 carros de diversos establecimientos comerciales.

Por ello, procedieron al arresto de la propietaria y del encargado de la empresa como presuntos autores de un delito de receptación.

Según las informaciones aportadas por los representantes de los centros comerciales, el beneficio económico que el detenido ha podido obtener del robo y posterior venta de los carros de compra ronda los 290.000 euros.

En su declaración, Juan Antonio aseguró que llevaba algo más de un año visitando centros comerciales y llevándose carros de compra sin pedir permiso. A diario sustraía un mínimo de dos carritos y no le hacía ascos a ningún hiper, porque además de Ikea sufrieron sus robos otros hipermercados y empresas como Carrefour, Lidl, Toys'r us… Durante todo este tiempo, había actuado por todo Madrid, pero en los últimos tiempo se había vuelto un poco vago y no se movía del barrio, Vallecas, donde vivía, lo que facilitó su captura.

Las empresas afectadas cifran el valor de lo robado en 290.000 euros ya que cada carro de la compra tiene un valor de entre 200 y 80 euros, según su resistencia al peso, y el kilo de metal para fundición se sitúa actualmente en las chatarrerías entre los tres y cuatro euros y un carrito suele pesar más de 12.