Un hombre mata a puñaladas a su expareja en La Coruña y se suicida prendiendo fuego a su casa

Carral (lA Coruña). Un hombre mató supuestamente ayer a su exnovia de 38 años en la localidad coruñesa de Carral y posteriormente se suicidó prendiendo fuego a su vivienda, ubicada en el municipio vecino de Abegondo. Con esta ya son tres las mujeres víctimas de la violencia machista en Galicia este año y 57 en toda España.

Según explicó la Guardia Civil, el supuesto homicida, Lino Botana Fariña, de 39 años, se dirigió sobre las 09.30 horas en su moto a la gestoría en la que trabajaba su exnovia, Matilde V.R., en Tabeaio, en el municipio de Carral, y tras una discusión la apuñaló con un arma blanca causándole la muerte en el acto.

En el momento de la agresión se encontraba en el interior de la gestoría su propietario, que trato de ayudar a la víctima aunque no pudo evitar el fatal desenlace.

Posteriormente, el presunto agresor se dirigió a su vivienda, distante unos cinco kilómetros de la gestoría, en el coche de su exnovia y prendió fuego a la casa, donde falleció a los pocos minutos por inhalación de humo y quemaduras.

Fuentes del servicio 112 indicaron que el cadáver de Lino Botana se encontraba parcialmente carbonizado y semitendido en un sillón cuando pudo ser rescatado de la vivienda, después de que los bomberos extinguieran el fuego, aunque todavía presentaba señales vitales.

Pese a que los equipos médicos trataron de reanimarle, Botana falleció sobre las 11.10 horas. Éste vivía solo en una casa unifamiliar de Sarandóns, en Abegondo, desde la muerte de su madre hace unos años y se encontraba en el paro.

La víctima no había presentado denuncia previa, según informó la secretaria general de Igualdad de la Xunta, Susana López Abella.

Varios vecinos del supuesto homicida explicaron que Botana y la víctima habían sido novios durante años, pero que la mujer había decidido romper la relación hacía meses debido al alcoholismo del presunto agresor. Éste llevaba semanas intentando restablecer la relación y la acosaba continuamente.

Este extremo fue confirmado por el alcalde de Carral, Luis Fernández Mouriño, que a la puerta de la gestoría declaró que el supuesto agresor atravesaba una etapa de inestabilidad laboral debido a su alcoholismo.

Los ayuntamientos de Carral y Abegondo convocaron sendos plenos municipales para condenar los hechos. La Xunta, a través del Ayuntamiento, puso a disposición de la familia de la víctima los recursos sociales de apoyo y atención.