pamplona. Un estanco situado en la calle Martín Azpilicueta de Pamplona, en el barrio de San Juan, sufrió durante la madrugada del miércoles un asalto que se saldó con la sustracción de unos 50.000 euros en tabaco. Los ladrones realizaron un butrón (agujero en la pared) desde el portal adyacente, a través del cual accedieron al interior del establecimiento comercial y por medio del cual extrajeron varios cajones repletos de cartones de cigarrillos.
Los propietarios del estanco presentaron ayer por la tarde la denuncia en las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía, que investiga otros dos asaltos similares cometidos durante el presente mes de diciembre en la capital navarra. Además de la mencionada mercancía sustraída, los ladrones también se llevaron del estanco situado en San Juan una pequeña cantidad de dinero en metálico.
Ningún vecino del portal número 10 de la calle Martín Azpilicueta sospechó que entre la noche del martes y la mañana del miércoles, varios desconocidos accedieron al cuarto de contadores del inmueble, donde practicaron el butrón en la pared compartida con el estanco. A través de él entraron en el almacén del local y robaron el tabaco, valorado en unos 50.000 euros.
otro estanco y una carnicería Éste el tercer asalto que investiga el Cuerpo Nacional de Policía en Pamplona durante el actual mes de diciembre mediante el método del butrón, tras los denunciados en una carnicería situada en la avenida de Pío XII y en un estanco de Orvina. Además, una boutique que se encuentra en la calle San Fermín fue asaltada mediante el método del alunizaje. Este robo tuvo lugar durante la madrugada del pasado 6 de diciembre, cuando los ladrones empotraron la parte trasera de su coche contra el escaparate de la tienda ubicada en el Segundo Ensanche y se llevaron diversas prendas y trajes de hombre de primeras marcas.
El primero de los asaltos por butrón fue cometido en otro estanco de la calle Fermín Daoiz de Orvina, tuvo lugar durante la madrugada del día 12. Los ladrones accedieron al interior del establecimiento a través de un trastero en obras de un bloque de viviendas colindante.
El mismo método fue empleado el pasado día 14 para asaltar una carnicería situada entre los números 31 y 33 de la avenida de Pío XII. En este caso, los ladrones entraron desde unas oficinas anexas en las que también se estaban realizando reformas y se llevaron género de primera calidad. Los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía creen que los delincuentes realizan un estudio previo de los comercios que van a asaltar y buscan locales adyacentes desde los cuales practicar los butrones.