pamplona. En Pamplona, el primer período de rebajas se divide a su vez en dos fases debido a la celebración de las fiestas de San Fermín. La primera comenzó el uno de julio y terminó el día cinco. El pasado lunes empezó la segunda fase, con la que volvió a incrementarse el volumen de clientes que se acercaron a las tiendas para equipar su armario. "Por el Corte Inglés, antes de San Fermín, pasaron alrededor de 35.000 personas", apuntó Roberto Sanz, director de comunicación de esta cadena en Pamplona. "Desde este lunes, vuelve a incrementarse el volumen con aproximadamente unos 20.000 clientes".

El segundo periodo de rebajas llega en agosto. En estas fechas, los dependientes han depositado su esperanza de hacer más caja y salvar el primer trimestre ya que, de momento, las cifras no alcanzan los números de otros años. "Las rebajas de verano son más flojas que las de invierno. Cada año se va a menos: desde 2008 ha habido una constante bajada y no veo recuperación", apuntó Joseba Jabat, encargado de la tienda Erro de Pamplona. A esta dificultad hay que añadir que la capital navarra "no es un sitio especialmente turístico" y, mucha gente, después de San Fermín, se va de vacaciones.

Para facilitar las compras a los consumidores en este periodo de descuentos, la mayoría de tiendas abogan porque las condiciones de devolución de sus productos sean iguales al resto del año. Según explicó Roberto Sanz, en el caso del Corte Inglés también se asegura que la ropa adquirida es "de última temporada, no de partidas de otros años". Por su parte, en Erro, en vez de devolver dinero ofrecen unos vales que no tienen caducidad, a modo de dinero. Esto se hace para evitar que la gente "compre por comprar" o haga malos usos como "utilizar un traje de ceremonia y luego devolverlo", explicó Jabat.

La lejanía también puede ser un agravante para el buen funcionamiento de las rebajas. En Itaroa, los descuentos de la primera semana de rebajas funcionaron bien, pero ahora, como coinciden algunas dependientas, "la gente compra cosas puntuales, por lo que opta por ir al casco antiguo o a centros comerciales más cercanos", explicó Marina, trabajadora de Flashback. Este local, perteneciente a una cadena que tiene éxito en otras comunidades autónomas, acusa especialmente la lejanía del centro comercial, ya que no dispone de puntos de venta en otras zonas de Pamplona. La jornada de ayer fue tranquila. Sin embargo, en Sanfermines sí tuvieron ventas, más que otros años. "En invierno viene más gente porque se organizan muchas actividades para los niños. En verano, no hay casi nada y esto, especialmente por las mañanas, está vacío", apuntó Marina. En Flasback se las tienen que ingeniar durante todo el año para atraer a los clientes. Por ello, cuelgan de su escaparte diversas promociones.

El local que tiene Ulanka en Itaroa "es el más flojo de toda la comarca", explicó una de las empleadas. "En el caso del calzado, las rebajas no son tan agresivas, ya que es un producto que se adquiere cuando se necesita. Todo el año se compra y la gente opta por calzado de calidad. De hecho, en rebajas hay mucha gente que compra cosas sin descuentos. Ellos ahorran dinero y en esta época, estén los productos rebajados o no, los compran", indicó.

"Los artículos más rebajados no siempre son los que más se compran", advirtió Alejandra, de Women´s Secret. Esta dependienta indicó que "ahora la gente se lleva lo que necesita". La misma apreciación tienen en el Corte Inglés: "Antes las compras se hacían por capricho y ahora, se adquiere por necesidad. Miran cosas que hacen falta a la familia y que el resto de la temporada resultaban más caras". Por lo demás, apuntó Sanz, "por ahora, la gente está respondiendo y viniendo igual o más que el año pasado. En tiempos de crisis, incrementa el dinero que los consumidores destina a las rebajas. Se calcula que en Navarra se da un aumento de entre 45 y 52 euros", indicó.