Morirse de pena, el síndrome del corazón roto
Un rara miocardiopatía de estrés pudo causar el fallecimento de Una mujer en arazuri durante el funeral de su marido
es conocida la popular expresión se murió de pena para hacer referencia a alguna persona fallecida tras un gran disgusto o la muerte de un familiar. Recientemente se ha podido comprobar en Navarra que esta expresión podría no ser tan figurada. Una mujer de 73 años que no tenía ningún diagnóstico previo de dolencia cardíaca murió de forma fulminante en mayo durante la celebración en Arazuri del funeral de su marido. "No tenía ninguna enfermedad de corazón que supiéramos por eso fue una sorpresa. Cuando se desvaneció, pensamos que era un mareo explicable por el momento tras delicado que estaba viviendo, pero cuando vimos que no se recuperaba y que las maniobras de reanimación no tenían éxito nos dimos cuenta de que era algo muchísimo más grave. En el funeral había médicos y enfermeras que se volcaron con ella, pero no se pudo hacer nada pese a que las maniobras de reanimación fueron intensas", explican fuentes de la familia. Ésta no cuenta con un diagnóstico médico concluyente sobre la causa del fallecimiento. "Los médicos no nos la dijeron, pero en esos momentos tan duros no nos importaba. Nosotros la achacamos a la tensión del momento. Era el funeral de su marido. Un momento terrible", añaden.
Según explica el responsable del Área Clínica del Corazón del CHN, el fallecimiento en una situación de este tipo, con estrés psíquico y físico, puede deberse a dos causas, que la persona padezca alguna enfermedad del corazón, diagnosticada o no, o que sufra lo que se conoce como síndrome de Tako-Tsubo, también conocido como cardiopatía de estrés.
"La miocardiopatía de estrés, en situaciones de un disgusto extremo, puede casi reproducir un infarto de corazón teniendo la persona las arterias coronarias normales. Esa señora pudo sufrir ese síndrome o bien tener previamente una enfermedad cardiaca y el fallecimiento de su marido fue un desencadenante que indujo una arritmia en el funeral que la mató", explica. "Lo más frecuente en este tipo de casos por disgustos, no obstante, es la miocardiopatía de estrés. Este síndrome se describió hace pocos años inicialmente en Japón. Es muy poco frecuente, pero puede ocurrir. No sé conocen muy bien las causas, pero probablemente se trate de un espasmo a nivel de los territorios capilares, una oclusión. Y si los casos son poco frecuentes, la muerte lo es menos, la mayoría sobrevive. Si la persona fallece es porque en ese momento se ha producido una arritmia. También cabe la posibilidad de que hubiera otro problema de salud conocido o no que actuara como desencadenante", explica.
Este síndrome, que debe su nombre a la forma en la ventriculografía de bote o tarro con cuello estrecho (similar al que usan los pescadores para cazar pulpos en Japón) aunque también es conocido como discinesia apical transitoria, síndrome del corazón roto o miocardiopatía de estrés, es más frecuente en mujeres. El gran predominio del sexo femenino se ha explicado por las diferencias hormonales existentes entre ambos sexos y también entre las mujeres antes y después de la menopausia.
Como consecuencia de las emociones negativas, los pacientes que lo experimentan pueden presentar palpitaciones, dolor u opresión en el pecho, dificultad para respirar, incluso en casos extremos pérdida de conocimiento. El tratamiento es similar al del infarto agudo de miocardio, con betabloqueantes y anticoagulación. Aunque durante el momento agudo es una patología no exenta de complicaciones, predominantemente insuficiencia cardíaca, a largo plazo tiene buen pronóstico y su recurrencia es rara.
l Avena. Comience el día con un humeante plato de avena, es rica en fibra y puede disminuir los niveles de colesterol LDL (o colesterol malo) y ayuda a mantener las arterias limpias.
l Salmón. Rico en ácidos grasos omega-3. Los ácidos grasos del salmón, pueden reducir la presión arterial y tienen un alto contenido de antioxidantes. Si no le gusta el salmón, otros pescados grasos como la caballa, el atún, arenque y sardinas, darán a su corazón los mismos beneficios.
l Aguacate. Añadir un poco de aguacate a un sándwich o una ensalada de espinacas incluye la cantidad de grasas saludables para el corazón en tu dieta. El aguacate está lleno de grasa monoinsaturada y ayuda a reducir los niveles de colesterol malo (LDL) mientras elevan el nivel de colesterol bueno (HDL) en su cuerpo.
l Aceite de oliva. Rico en grasas monoinsaturadas, disminuye el colesterol malo (LDL) y reduce el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón. Utilice el extra virgen o virgen, ya que son los menos procesados y utilízalo en lugar de mantequilla, al cocinar.
l Nueces. Las nueces son ricas en ácidos grasos omega-3, aumentan la fibra en su dieta y al igual que el aceite de oliva, son una gran fuente de grasa saludable.
l Bayas. Arándanos, frambuesas, fresas o la baya de tu preferencia, están llenas de propiedades anti-inflamatorias, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y cáncer.
l Legumbres. Lentejas, garbanzos y frijol negro, están llenos de ácidos grasos omega-3, calcio y fibra soluble.
l Espinacas. La espinaca es de las verduras más nutritivas y beneficiosas para el organismo. Es buena fuente de potasio y fibra. Si consume al menos dos y media porciones de verduras al día, reducirá el riesgo de enfermedades cardíacas en un 25%.
l Linaza. Llena de fibra y ácidos grasos omega-3 y omega-6. Agregue linaza molida a su tazón de avena o cereales de grano entero y estará consumiendo un desayuno muy saludable para su corazón.
l Soja. La soja puede reducir el colesterol y puesto que es baja en grasas saturadas, sigue siendo una gran fuente de proteína magra en una dieta saludable para el corazón. Agregue fuentes naturales de soja a tu dieta: leche de soja para sus cereales o avena, consuma edamame y tofu orgánico.
l Productos lácteos. Además de los alimentos que sin manipulación humana sirven para cuidar el corazón, existen otros que tras el añadido de algún componente consiguen efectos sobre la salud, como la reducción del colesterol. Este tipo de productos, presentados habitualmente en forma de yogur líquido, reducen según los estudios, los niveles de colesterol siempre y cuando lleven el componente adecuado, en la cantidad apropiada y se ingieran las dosis recomendadas. No deben sustituir, sin embargo, a tratamientos farmacólogicos salvo que así lo aconseje un médico.
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