"Trabajar aspectos positivos es un antídoto contra la ansiedad o depresión del menor"

pamplona. "El aprendizaje es más efectivo si va acompañado de un clima positivo en la escuela. Hay una relación cada vez más clara entre el bienestar en el aula y la calidad educativa". Así lo asegura el presidente de la Fundación Fluir, Toni Ventura, ingeniero de Telecomunicaciones que lleva cinco años dedicado al estudio de la psicología positiva y su aplicación al mundo educativo. "Está fuera de toda duda que trabajar el bienestar como objetivo explícito, es decir, que esté identificado dentro de las estrategias de los colegios, es muy beneficioso", asevera.

La psicología positiva surgió hace diez años como una reacción al desequilibrio que existía en el mundo de la psicología, que se había enfocado de manera especial el aspecto de la enfermedad. Desde universidades de EEUU se planteó ajustar la situación y enfocar esta ciencia hacia aquello que funciona en nuestras vidas.

A partir de entonces se quiso trasladar los beneficios de la psicología positiva al campo educativo. "Trabajar aspectos positivos del desarrollo humano supone una especie de antídoto contra determinados problemas que aparecen en el mundo escolar: depresión ansiedad....", afirma Ventura, que añade que "no solo contribuye a que el niño desarrolle de manera más plena sus capacidades, sino que le permite mejorar su capacidad de sobreponerse a la adversidad, tiene un efecto amortiguador sobre posibles problemas psicológicos". Y también beneficia al profesorado. "Hay que fomentar un clima positivo entre los docentes".

El presidente de Fluir reconoce que la psicología positiva guarda cierta relación con la educación emocional. "Cuando hablamos de educación emocional hablamos de entrenar a los escolares para que conozcan sus propias emociones, entiendan cómo funcionan y aprendan a regularlas. La psicología positiva, por su parte, dice que, además de eso, hay que cultivar las emociones positivas", explica Ventura que añade "está comprobado que aquellas personas que tienen el ratio de positividad de 3 a 1, es decir, experimentan tres veces más emociones positivas que negativas, están más satisfechas con su vida, aprenden mejor disfrutan de relaciones sociales más positivas".

Uno de las bases de esta disciplina es trabajar las fortalezas. "Existe una clasificación internacional sobre qué fortalezas (curiosidad, creatividad, optimismo...), por ello, antes de aplicar esta disciplina en el aula, lo primero que debemos conocer son las fortalezas de alumnos y de uno mismo, como maestro".