pamplona. Numerosos medios de comunicación franceses se hacían eco el viernes del macabro suceso: una excursionista que se accidentó y murió a mediados de abril en una montaña de Larrau, muy cerca de la frontera con Navarra, había sido devorada por una bandada de buitres que la habían atacado vorazmente, después de sufrir una caída de unos 300 metros. Los miembros del equipo de rescate únicamente hallaron partes del esqueleto de la mujer.
El accidente ocurrió el domingo 14 de abril sobre las 15.45 horas cuando la excursionista, de 53 años de edad y vecina de un pueblo del departamento de los Pirineos Atlánticos, se encontraba con su marido y un amigo realizando una travesía por el Pic de Pista (1.779 metros), a menos de un kilómetro de Navarra. La mujer, según sus acompañantes, resbaló en una ladera cubierta de hierba y cayó más de 300 metros por una pendiente nevada, interrumpida por un corte rocoso de 20 metros de altura.
Después de ser alertados telefónicamente, efectivos del Pelotón de la Gendarmería de Alta Montaña y un médico de Oloron conseguían llegar hasta el lugar del accidente en un helicóptero, cuando los buitres ya habían atacado los restos mortales de la mujer. "Los buitres echaron a volar cuando llegó el helicóptero", indicaron dos de los socorristas citados por los medios franceses, que solo encontraron "el fémur, la pelvis, la columna vertebral y el cráneo" de la excursionista.
Fuentes oficiales citadas por los mismos medios franceses coincidieron en asegurar que las lesiones sufridas por la mujer en la caída, entre ellas múltiples fracturas y traumatismos, causaron su muerte en el acto y que, por tanto, los buitres la devoraron cuando ya había fallecido. Y lo hicieron rápido, porque los miembros del equipo de rescate tardaron menos de dos horas en encontrarla después de que sufriera la caída.
Algunos periódicos galos afirmaron el viernes que este caso, a pesar de ser excepcional, no es inédito ya que existen antecedentes sobre comportamientos similares por parte de buitres en la zona. En este sentido mencionaron un accidente ocurrido el 7 de octubre de 2012 en el Pic de Midi d'Ossau, donde un montañero herido fue igualmente acosado por una bandada de estas aves rapaces antes de ser auxiliado por los gendarmes.
población excesiva Estos episodios han causado cierta controversia al otro lado de los Pirineos y ya se han alzado voces que alertan sobre una población de buitres excesiva, que el medio natural no podría alimentar adecuadamente, lo que explicaría la voracidad de estas aves y los ataques a montañeros accidentados. Algunas opiniones van más allá y alertan del impacto negativo de estas noticias sobre la actividad turística de la zona, llegando a bromear con que ya ni será posible echarse una siesta en un prado con absoluta tranquilidad.
Colectivos ecologistas, sin embargo, piden calma y rechazan la posibilidad de que los buitres lleguen a atacar a una persona viva. En ese sentido califican de "muy extraños" los ataques a excursionistas o montañeros, al contrario de lo que pueda ocurrir con ganado enfermo o muerto. Pastores de los Pirineos Atlánticos han alertado precisamente de este tipo de sucesos en las últimas semanas.