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"La cirugía de amígdalas no es banal, tiene riesgos, pero los niños operados no sufren luego más infecciones que el resto"

Es frecuente pero no exenta de peligro. La extirpación de las anginas tiene indicaciones precisas que han limitado su práctica a casos de infección recurrente y a una hipertrofia que impida dormir y comer, expone la especialista, participante en el Congreso de la Sociedad Española de Cuidados Intensivos Pediátricos

"La cirugía de amígdalas no es banal, tiene riesgos, pero los niños operados no sufren luego más infecciones que el resto"Foto: O. montero

pamplona. ¿Qué función tienen las amígdalas?

Son un tejido linfoide que tenemos en la cavidad bucal, al final de la boca, y son un mecanismo defensivo, una primera barrera contra los gérmenes que pueden entrar en organismo al respirar por la boca y la nariz. Es un tejido que está muy activo durante la primera infancia, se inflama frecuentemente por culpa de las infecciones y puede estar demasiado grande de forma crónica. Muchas veces esa inflamación es estable durante unos años en algunos niños y les produce en ocasiones insuficiencia para respirar e incluso para comer y que puede tener una indicación de valorar una intervención.

¿Por qué unos niños padecen más amigdalitis que otros?

No se sabe por qué. Dependiendo de la individualidad, unos niños sufren más infecciones de repetición, otros tienen el tejido más hipertrófico, es decir más grande, lo que les puede producir problemas, pero no hay un factor de riesgo que nos indique qué niños van a dar problemas.

Hay padres que confunden amigdalitis y vegetaciones...

Las adenoides son otro de los tejidos linfoides que más problemas ocasionan. Están en la parte de atrás de la garganta, en la comunicación entre la nariz y la boca. Es también tejido defensivo, se puede infectar como las anginas y producir adenoiditis. Otras veces se produce una hipertrofia que provoca problemas para respirar por el día y por la noche, no descansan bien, son niños que roncan, y además pueden tener dificultades para comer, de ahí que no cojan peso bien. Cuando hablamos de intervención quirúrgica podemos referirnos a una que incluya amígdalas y adenoides, es decir, adenoamigdalectomía, o alguna de las dos por separado, es decir amigdalectomía o a adenoidectomía, para quitar, en este último caso, el tejido que causa problemas porque se infecta o tiene un tamaño mayor de lo habitual.

¿De qué depende que se opte por un tratamiento farmacológico o por la cirugía?

El otorrino valora y según la gravedad indica un tratamiento u otro. A veces, los padres describen unos síntomas tan graves en la consulta que está indicada ya inicialmente la cirugía. Son niños que por la noche hacen muchas apneas, puede haber situaciones en las que baje la oxigenación bastante. Otras veces son problemas más crónicos que se pueden solventar con un buen lavado nasal, con un antiinflamatorio durante un tiempo, etc. La indicación quirúrgica puede ser por infecciones de repetición a pesar de llevar un tratamiento adecuado a lo largo del año o por problemas secundarios derivados del aumento de tamaño de las adenoides y/o de las amígdalas. Cuanto el aumento de tamaño origina problemas de respiración hay que realizar un estudio del sueño. A veces los mismos padres grabando a a sus hijos y observando qué tipo de apneas hacen ya está claro que deben ser intervenidos. En otras ocasiones, son los equipos de Neumología los que realizan un estudio durante el sueño para definir cuántas apneas y qué saturaciones hacen y, dependiendo de unos índices, si son moderadas y severas está indicado operar.

¿Cuántas infecciones ha de padecer el menor para ser operado?

La indicación de amigdalectomía es cuando se tiene mas de 5 infecciones cada año durante dos años o mas de 6 infecciones en un año.

¿Es un cirugía frecuente?

Son operaciones que se hacen muy frecuentemente. En seis años en un provincia pequeña como Gipuzkoa se han realizado 1.700. Un 2,5% de todas las que se operan acaban en la UCI y, de ellas, un 1% es por problemas del postoperatorio, pero como las operaciones son tan numerosas el número de niños ingresados es grande.

¿Por qué se producen complicaciones?

Las amígdalas están al final de la boca y las adenoides también se encuentran en la parte posterior. Es una vía área, la misma que utilizamos para respirar, por ello para operar los niños están intubados y cuando se extuban hay muchas secreciones, es una zona que puede sangrar, hay dolor...

¿Algunos niños tienen más riesgo?

El riesgo de tener una complicación postoperatoria es mayor en los niños en los que se realiza la cirugía por los problemas de apneas o problemas en el sueño, cuando hay aumento del tamaño de las adenoides, es decir, vegetaciones, y/o de las amígdalas.

Hace años se extirpaban más amígdalas...

Ahora hay indicaciones claras y precisas de cuándo hay que hacerlo, cuando tiene más ventajas que inconvenientes. Antes, incluso las quitaban sin anestesia. No es una tontería, no es una intervención banal, puede haber complicaciones en el postoperatorio inmediato y al ser dentro de la vía aérea es normal sangrar, además, al tratarse de una zona común la que operamos con la de la respiración puede haber edema agudo de pulmón o langiroespasmo porque la zona está inflamada y con secreciones.

¿La técnica ha mejorado?

Ha habido cambios en los últimos años y en vez de hacer extirpación completa a veces se hace parcial con láser o incluso reducción de amígdalas con radiofrecuencia. Esta ultima técnica tiene menos complicaciones menos sangrado, menos dolor, que las previas y también es eficaz aunque puede tener mas índice de reaparición de la hipertrofia posteriormente.

¿Se resisten los padres a la operación?

Al revés. Mi sensación como intesivista y pediatra es que como es un operación tan frecuente si su hijo ha tenido tres amigdalitis en el último año quieren que le operen. Y les debes informar de que hay indicaciones muy precisas y puede haber complicaciones. No hay que hacer a la ligera este tipo de intervenciones.

Ha explicado que las amígdalas son defensivas, ¿qué pasa con los niños operados? ¿Tienen menos defensas frente a las infecciones?

No se ve que esos niños vayan a tener mayores problemas. Son tejidos que se utilizan en la primera fase de la vida, luego de adultos se van atrofiando. Ese tejido ya no se utiliza tanto. Y se ha visto que a los niños a los que les quitamos amígdalas y adenoides luego no se complican con infecciones más frecuentes.

¿A qué años es normal sufrir este tipo de patología?

Por debajo de 3 años son frecuentemente víricas, por lo tanto no habría que tratar con antibiótico, y a partir de los 3 comienzan las infecciones bacterianas hasta los 12-13 años.

¿Y qué pasa con los adultos?

Las amigdalitis son mas frecuentes en la infancia pero se pueden presentar a cualquier edad. Normalmente a los adultos no se les opera porque de forma natural el tejido va quedando más pequeño, atrofiado. Cuando en un adulto hay una hipertrofia amigdalar hay que comprobar si por debajo no hay algo preocupante, puede ser una hipertrofia tardía, pero hay que descartar que sea un tumor linfoide de esa zona, que no haya por debajo ningún tejido linfoide que está creciendo en exceso.

¿Se pueden prevenir?

No, pero como muchas veces están asociadas a los cuadros respiratorios estos si se pueden disminuir si hay control de los cuadros catarrales evitando contrastes de temperatura, abrigarse, buena alimentación...