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"La vida era brutal en el Paleolítico, perder dientes reducía la posibilidad de sobrevivir"

"En la prehistoria apenas tenían caries". El odontólogo pamplonés José Ignacio Zalba destacó este dato en el seminario que impartió esta semana en el Hospital Universitario de la Princesa, en Madrid, sobre la evolución de los dientes humanos, diseñados para un estilo de vida menos dulce

"La vida era brutal en el Paleolítico, perder dientes reducía la posibilidad de sobrevivir"Foto: iban aguinaga

pamplona. ¿Qué diferencias hay entre nuestros dientes y los del hombre de la prehistoria?

Los cambios genéticos evolutivos aparecen de forma muy lenta, en términos de decenas de miles de años, es decir, tenemos los genes casi idénticos a los que teníamos hace 160.000 años. Nuestra anatomía dental, incluyendo nuestra oclusión, es estable y podemos decir que no ha cambiado significativamente.

¿Se ha adaptado la dentadura humana a los cambios evolutivos?

En el paleolítico la vida era brutal y corta, perder demasiados dientes reducía las posibilidades de sobrevivir, sabemos que había poca enfermedad dental, apenas caries, poca enfermedad periodontal, y mal-oclusiones, pero mucho desgaste dental. Hoy nos enfrentamos a enfermedades de alta prevalencia: el 99% de la población va a sufrir algún tipo de problema en la boca, con lo que podemos decir que el aceleramiento de los cambios en nuestra forma de vida provoca en muchos casos una ecuación negativa entre nuestra biología -dientes- y su entorno, que se traduce en una mala respuesta del organismo -enfermedades orales-, lo que nos convierte en algunos aspectos víctimas de nuestro propio desarrollo. Un ejemplo es que nuestro cuerpo está diseñado para comer mucho azúcar y grasa para así almacenar en épocas de abundancia para las épocas de carencia. Además de que en los países desarrollados tenemos un acceso regular a los alimentos, en el pasado la cantidad de azúcar que consumíamos a través de frutas era mínimo en comparación con los actuales dulces, refrescos?

¿Cuándo y por qué causa se produjeron los cambios más importantes?

Es en el Neolítico donde se producen cambios demográficos, se desarrolla la agricultura, los recursos alimentarios eran más abundantes y constantes, la especie humana ha aumentado su número de habitantes con una tasa de crecimiento anual extraordinaria del 0,1%, y se alarga la vida. Desde el punto de vista de los patógenos bacterianos, los seres humanos se convirtieron en anfitriones atractivos; se concentraron en poblaciones grandes de áreas limitadas, lo que maximiza la oportunidad para la transmisión entre individuos, originando las primeras lesiones de caries. Tras el descubrimiento de América, se expandió por todo el mundo el consumo de la patata, y, sobre todo, del alimento de los dioses, el cacao, en principio como bebida medicinal. Algunos decidieron más tarde incorporar otro gran producto de la época como fue el azúcar de caña, si bien ya se conocía desde época musulmana, para hacerlo más agradable. Irremediablemente, la introducción del azúcar de caña en la dieta de la mano de los productores de cacao extendió rápidamente su uso a otros ámbitos de la alimentación. Pero no es hasta la revolución Industrial, siglo XVIII, donde surgieron las primeras plantaciones de remolacha azucarera en Inglaterra, desde entonces a casi todos los alimentos se les empieza a añadir azúcar, para llegar a los índices de enfermedad de la actualidad.

¿Qué ventajas e inconvenientes tienen esas diferencias?

Nuestros dientes y estructuras de soporte fueron programados genéticamente para funcionar en un entorno de fuerte desgaste, las dietas eran muy duras y poco nutritivas y la esperanza de vida esencialmente se determinó por la capacidad de masticar suficiente comida adecuadamente para extraer una nutrición suficiente para sobrevivir. Ahora, casi toda la dieta es blanda, muy nutritiva, y además desde el cereal del desayuno hasta el jamón de la cena, contienen una cantidad extra de azúcar. Las bacterias alojadas en nuestros dientes deben sentirse afortunadas de vivir en el siglo XXI, porque tienen una provisión prácticamente ilimitada de comida gratis.

¿Por qué haces miles de años apenas había caries y enfermedad periodontal y ahora están tan extendidas?

Las características de las especies evolucionan en base a una función y una necesidad adecuada a un medio ambiente, el ser humano desarrolló sus capacidades durante su evolución en el paleolítico en un ambiente muy diferente del actual. El cerebro ha desarrollado una alta capacidad de aprendizaje y razonamiento, después de que la evolución cultural, y no la física, esto cambiará la forma de vida de los seres humanos, como hemos dicho los dientes se diseñaron para soportar un desgaste dental fuerte pero no para defenderse de las bacterias como la caries o la enfermedad periodontal.

¿Son los dientes una fuente de información?

Los dientes son el elemento más duro de nuestro organismo, y se mantiene a lo largo de los miles de años. Cuando se forman, no cambian por la acción propia como sucede con el hueso, que se remodela, con lo que van marcándose todas las actividades que desarrollamos con ellos. Así casi toda la información que tenemos de nuestros antecesores, cómo vivían, es a través de ellos y los podemos comparar con los actuales.

¿Estamos condenados a tener caries o enfermedad periodontal?

No, hoy la prevención moderna pretende comprender nuestra biología -la resistencia de nuestro dientes- y el estilo de vida -cargas y protecciones- para encontrar puentes de unión y convivencia, y así ajustar, lo más que podamos, nuestro diseño evolutivo a nuestra forma de vida actual con el fin de prolongar el periodo de vida sana de las personas.

Hagamos ciencia ficción. ¿Cómo será la dentadura del hombre del futuro?

El sistema dental homínido es pequeño en relación a los monos y se ha reducido en tamaño, número, estructura con el tiempo evolutivo. La dentadura de nuestros antepasados se redujo coincidiendo con la bipedestación, el desarrollo de herramientas de piedra, el dominio del fuego? En nuestra propia boca podemos observar una reducción de tamaño que va del molar 1º, mayor, al molar 3º, menor, incluso en muchas personas nos encontramos que no tienen este, lo que se considera un signo de evolución. Podemos decir que la función hace la forma, no solo de los dientes sino también de la cara, las dietas cada vez son más blandas y los usos se han limitado, ello puede estar provocando un cambio incluso en nuestra cara, con perfiles cada vez más planos, alargados y dientes que se iran reduciendo.

¿Cuándo empezó a importar la estética de los dientes?

En la sociedad occidental contemporánea, los dientes no son determinantes para nuestra supervivencia. Los utilizamos para mostrar nuestro nivel de salud y bienestar, por ello las personas con bocas más bonitas se consideran más atractivas, y hasta más inteligentes, esto los convierte en un objeto de deseo. En algunos casos la falta de sentido común puede llevar a un sobretratamiento por motivos estéticos que llega a ser perjudicial para la salud.