córdoba. Operación resplandor es el nombre con el que la Policía denominó a la investigación del caso de la desaparición de los niños Ruth y José cuando tuvieron la sospecha de que su padre, José Bretón, los había asesinado, pues hallaron la novela El resplandor en el cuarto de Bretón. Junto a ese libro, en que un padre trata de matar a su mujer y su hijo, encontraron otro de autoayuda de cómo hacer amigos.

Ayer se conocieron más detalles de esta operación en la décima jornada del juicio contra José Bretón en la Audiencia Provincial de Córdoba, cuando el llamado policía sombra de Bretón declaró que este se mostraba "jovial" mientras se inspeccionaba la hoguera en la finca de sus padres, donde supuestamente quemó a sus hijos.

Además, el policía aseguró ayer que este le dijo que los niños "están cerca", al acompañarle a la hoguera en la que se encontraron restos óseos. El día 9 de octubre el investigador llegó a la finca, vio la hoguera, "con una capa de ceniza muy gruesa" y que "el suelo de arcilla estaba bastante caliente" y, en ese lugar, con todos los agentes rastreando la finca, pudo comprobar que Bretón, desde el primer momento, presentó "una actitud muy alejada de la de otras personas en situaciones similares".

A Bretón, según su policía sombra, no le interesaba hablar sobre detalles de la desaparición, daba "respuestas breves" y esquivas, llegando a dar "hasta cuatro versiones distintas", antes y después de su detención, incluida la posibilidad de que se le hubiera "ido la cabeza" con sus hijos.

En la finca, según el relato del investigador, Bretón no quería acercarse a la hoguera ni hablar de sus hijos y, mientras los policías estaban serios junto a la hoguera, el acusado estaba "jovial" y tranquilo, hasta el punto de que llegó a sacar "un viejo radiocasete", diciendo que podía poner música y que estaba dispuesto a cantar, siempre que no lo hiciera él primero, pero luego dijo que solo tenía una cinta de José Luis Perales, que le traía malos recuerdos y prefería no ponerla, pues se acordaba de Ruth.

sorpresa por la "frialdad" El policía estaba "sorprendido" al encontrarse ante "una persona tan fría, tan distante, tan poco emocionada, sin sentimiento de culpa, que es habitual en padres que han sufrido una situación como esa".

Hasta la detención de Bretón el 17 de octubre, el ahora procesado siempre daba explicaciones ambiguas y ligeras, aunque sí que le habló, en los primeros días, sobre cómo había estado con una prostituta en un puticlub. Con el paso de los días y al conocerse "datos e informes que desmontaban su versión", el policía le dijo que "esto ya no podía seguir así y que dijera lo que había pasado con los niños", momento en el que Bretón le contestó: "No se qué hacer, detenedme ya". Acto seguido, el agente le trasladó a la finca de Las Quemadillas y lo acompañó a la hoguera, donde le preguntó si le recordaba a algo esa zona y si los niños estaban allí. En ese momento Bretón bajó la cabeza y no contestó. El investigador le preguntó entonces si estaban ahí los niños, y Bretón le dijo que "cerca" y pidió que se le detuviera, lo cual ocurrió horas después en la Comisaría. Tras tomarle una nueva declaración, preguntándole por detalles más concretos, Bretón mantuvo la misma actitud, y fue detenido definitivamente. Entonces el investigador lo notó "liberado". El investigador dijo que en su presencia no se manipuló la hoguera. También relató que en junio de 2012 y durante un registro en la finca familiar, Bretón llegó a decirle: "tu consigue que me pongan en libertad y yo consigo que los niños aparezcan vivos o muertos". El policía sombra le dijo que se lo contara a otra persona y que ésta les guiase, pero Bretón se negó.