Desde 2015, año en que entró en vigor el Plan de Exhumaciones del Gobierno de Navarra, han sido recuperados ya 161 restos mortales en 36 exhumaciones, además de otras 123 prospecciones que no terminaron en exhumación. En estos últimos diez años, impulsar las exhumaciones de las víctimas producidas como consecuencia del golpe militar del bando nacional de 1936 es uno de los objetivos fundamentales del Instituto Navarro de la Memoria. Para ello, se firmó un convenio con la Sociedad de Ciencias Aranzadi para impulsar un trabajo técnico de calidad en la exhumación de las personas desaparecidas.
Las exhumaciones pretenden dar respuesta al legítimo deseo de los familiares de conocer lo que ocurrió con esas víctimas, averiguar su paradero, identificarlas y dignificarlas. Asimismo, responden a la adhesión cívica de nuestra sociedad a los principios de verdad, justicia y reparación para todas las víctimas. Todas ellas se realizan con criterios y métodos científicos, de manera que se preserven las condiciones que puedan permitir la identificación de las víctimas localizadas.
Algunas personas fueron testigos en su niñez o juventud de fusilamientos y asesinatos tras el golpe militar de 1936, y tienen noticias directas o indirectas de los lugares en que fueron enterradas las víctimas. El primer paso para abordar una exhumación es contar con la mayor cantidad de información fiable posible. Por ello, es de gran importancia poder recibir todos los testimonios existentes.
Queda trabajo por hacer
Los trabajos continúan y de hecho en los últimos meses se han localizado y exhumado restos de víctimas en Salinas de Oro, en Genevilla y en Munian de Guesalaz. Para la identificación de los restos es fundamental el trabajo de Nasertic con el Banco público de ADN y de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, además de entidades locales, memorialistas y las propias familias.
El banco de Nasertic, que cuenta con 402 expedientes abiertos, ha obtenido hasta ahora 44 identificaciones. De hecho, Navarra ha ofrecido su colaboración a través del Estado y con acuerdos bilaterales de este banco y otros instrumentos de Memoria para favorecer las identificaciones.
15 de los 21 cuerpos encontrados en Berriozar siguen sin ser identificados
Muchas de las víctimas represaliadas desde el golpe militar de 1936 y en los años posteriores del franquismo siguen sin ser identificadas. En Navarra, aunque no hubo frente de batalla durante la guerra, más de 3.500 personas fueron fusiladas, y aún más de mil familias siguen esperando a que los investigadores esclarezcan el paradero de los restos de sus familiares, y así se les haga justicia y la debida reparación al dolor soportado durante todos estos años.
En el caso de Berriozar, pero también en otros, las identificaciones avanzan poco a poco, ya que apenas se cuenta con muestras genéticas de familiares de estas víctimas, habida cuenta de su dispersión geográfica. Por eso, el Instituto Navarro de la Memoria hace un nuevo llamamiento a la colaboración, tanto para la localización de posibles fosas, como para encontrar familiares de fugados y represaliados cuyas muestras genéticas puedan permitir nuevas identificaciones.
En este sentido, no se ha logrado contactar por el momento con familiares de los siguientes presos exhumados en Berriozar: Joaquín Abellán Cerezo, de Jumilla (Murcia), 22 años; José Pedro Cantero Tejada, de Badolatosa (Sevilla), 29 años; Juan Cruz Villar, de Santander (Cantabria), 19 años; Jacinto Curto Pérez, de San Juan de Torres (León), de 27 años; Manuel Hidalgo González, de Córdoba, de 20 años; Manuel González Amorós, de Torrevieja (Alicante), 28 años; Félix Manzanares Ortiz, de Horcajo de Santiago (Cuenca), 27 años; Antonio Marmaneu Estupiña, de Castelló de la Plana, 43 años; Hermenegildo Marquina García, de Barakaldo (Bizkaia), 25 años; Inocencio Martín Arranz, de Santa Cruz de la Salceda (Burgos), de 44 años; Juan Dionisio Ortiz Sanz, de Monehuela (Jaén), de 27 años; Epifanio Osoro Icobalceta, de Durango (Bizkaia), de 22 años; Bernabé Rodríguez Presa, de León, 21 años; Ángel Santamaría Legaria, de Moreda (Araba/Álava), 35 años; y Antonio Valdivielso Secada, Valienzo (Cantabria), 25 años.
Quienes puedan tener información relativa a estas personas, conozcan localizaciones de fosas o enterramientos o deseen compartir su testimonio, pueden ponerse en contacto con el Instituto Navarro de la Memoria a través del correo electrónico inm@navarra.es.