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Playas de agua dulce

frente a la crisis económica, los navarros utilizan las piscinas como un plan alternativo de vacaciones

Playas de agua dulceUNAI BEROIZ

CON mochilas y bolsos hasta los topes, bañadores, gafas de sol, gorros y viseras, los socios y socias de las piscinas de Pamplona y la Comarca intentan hacer frente a las altas temperaturas que están azotando las últimas semanas a la Comunidad foral. Un chapuzón es la mejor manera de refrescarse y una buena forma de paliar los golpes de calor. Los navarros y navarras lo saben bien y durante todo el fin de semana las piscinas han estado llenas.

El Club Deportivo Oberena tiene aproximadamente 5.500 socios, y desde principios de verano el complejo está teniendo más afluencia que otros años, sobre todo entre semana. "En fin de semana muchas personas aprovechan los dos días para irse a la playa, como económicamente las cosas no están como antes no se van periodos largos y las piscinas están más llenas", comentó Fernando Sanz, recepcionista de las piscinas.

Sanz explicó que este año durante los Sanfermines el calor hizo que las personas visitaran más las piscinas que cualquier otro año: "Han sido unas fiestas multitudinarias en las que ha habido un ambiente maravilloso de parejas jóvenes con hijos, que preferían venir a la piscina antes que ir al centro".

Además, este lugar de ocio se llena sobre todo de familias, que siguen siendo socias como una costumbre que se va transmitiendo de generación en generación. Un ejemplo de ello es Jerusalén, que lleva aproximadamente 50 años acercándose diariamente a estas piscinas, aunque normalmente es en invierno cuando más utiliza las instalaciones deportivas. Según esta vecina de Sancho el Fuerte, "ahora mismo solo llevo dos días viniendo, entre las fiestas de San Fermín y el mal tiempo tampoco he podido venir mucho, pero es por las mañanas cuando prefiero acercarme, ya que se está mucho más tranquilo".

Los vecinos de Pamplona también utilizan las piscinas como un modo diferente de pasar el día. Este domingo pasado, en la Unión Deportiva y Cultural Txantrea KKE, que cuenta con cerca de 5.000 socios, notaron un aumento en el número de familias y amigos que usaron las instalaciones de este recinto para comer y pasar una mañana y una tarde diferentes. "Contamos con asadores, y el domingo notamos que la leña había bajado mucho", señaló Javier Olascoaga. El gerente de este complejo afirmó que "a partir de Sanfermines la gente empieza a venir a las piscinas, los fines de semana sobre todo", pero apuntó que "en agosto es la temporada más alta".

Lo mismo ocurre en la Agrupación Deportiva San Juan, con 10.250 socios, y desde la que constatan una mayor afluencia de personas durante los fines de semana, también en el uso de asadores. "El domingo además vendimos muchas entradas, no solo se acercaron socios", afirmaron desde la recepción. Estas piscinas también ofrecen bonos de verano, y expusieron que este año ya han vendido casi 100.

Los asadores son también un gancho para acudir a las piscinas municipales de Burlada, que cuentan con 20 de estas parrillas, y que los fines de semana permanecen abiertas hasta las doce de la noche. "El sábado estuvieron a reventar. Con la crisis económica la gente no se va de vacaciones y viene aquí a pasar el día, mucho más barato y cerca de casa", aseguró uno de los trabajadores de la recepción. Cerca de 1.100 personas acudieron a este complejo durante el fin de semana, ya que además de socios, "se nota mayor afluencia en la venta de entradas sueltas".

piscinas como hostales En estos tiempos de crisis, los extranjeros han buscado una forma más económica para dormir durante las fiestas de San Fermín. Desde el Centro Recreativo Guelbenzu, el socorrista Iván Mayor comentó que "para los guiris esto les viene de lujo, vienen aquí después de salir, duermen, se bañan, se duchan y asean, guardan las cosas en las consignas y se pueden volver a ir; para ellos es más económico que cualquier otro lugar". Por tan solo 12 euros disfrutan de las instalaciones y las utilizan como si fueran hostales.

Este fenómeno también se hizo visible en las piscinas municipales de Burlada. Desde la recepción, uno de los trabajadores explicó que "en Sanfermines el uso de las instalaciones sí que ha estado un poco más flojo, a excepción de turistas, alemanes y franceses sobre todo, que vienen a dormir la mona después de la fiesta".

El Centro Aquabide (popularmente llamado Larrabide) también vivió esta situación. El gerente Miguel Irañela afirmó que "este año ha venido muchísima más gente durante Sanfermines, sobre todo extranjeros, a los que se les intenta recordar cuál es el uso real de la piscina".

Durante esta semana, el buen tiempo se mantendrá y los bañistas podrán seguir disfrutando del agua.