HACE veinte años, Javier Usoz Iraola decidió calmar su inquietud por mejorar las vidas de las personas de los países del Sur fundando el comité de Intermón en Pamplona. Hace diez, la ONG abrió la tienda de comercio justo en Paulino Caballero 25 de Pamplona. De ese tiempo a aquí, Intermón dejó de estar vinculada a los Jesuitas, cuenta con 50 voluntarios estables y con cerca de 2.500 socios y donantes en Navarra. Para celebrarlo, ayer tuvo lugar en Pamplona el encuentro de voluntarios del norte de España con unos 80 asistentes.
La de ayer es una jornada anual de formación y coordinación en la que se trabajan las lineas de actuación de la ONG que en 1997 dejó de formar parte de los Jesuitas y se unió a Oxfam Internacional. Tal y como explica Enrique Abad, responsable de Oxfam Intermón Navarra, la acción de esta entidad se sostiene en tres pilares: difusión y promoción del comercio justo, la movilización social, y conseguir apoyo económico para proyectos que llevan a cabo en el extranjero, por ejemplo, ahora en Filipinas. "Ahora mismo estamos recaudando dinero para el equipo de emergencia que está colaborando en Filipinas", relata Abad, quien considera que "uno de los mayores logros que ha conseguido Intermón en Navarra ha sido la determinación por no solo denunciar los problemas que sufre la población del Sur, sino explicar el origen, las causas que generan esos problemas, de esta forma, la sociedad se conciencia y gracias a su colaboración los políticos y empresas se plantean el cambio".
los retos La Cooperación al Desarrollo no está viviendo momentos fáciles, de hecho, en el anteproyecto de Presupuestos para 2014 la partida destinada a este ámbito se ha visto reducida en un 26% con respecto a 2013. De todas maneras, Intermón se plantea distintos retos para el futuro: "Tenemos que saber explicar los problemas de aquí con nuestra experiencia en los problemas de allí. Podemos aplicar lo que sabemos de las crisis del Sur, que son muy parecidas a las que tenemos aquí y donde se aplicaron las mismas medidas que estamos aplicando nosotros y no funcionaron", explica Abad. Además, resalta que "la Cooperación Internacional salva vidas, y no solo en las grandes emergencias, como la de ahora de Filipinas, también día tras día en continentes como África y América Latina". Nuevos retos pero sin perder de vista lo que se ha hecho en estas dos décadas, las movilizaciones, las recogidas de firmas, la celebración de charlas...
Veinte años de los cuales seis la sociedad ha estado en crisis, una realidad de la que se está saliendo, según Abad, "con pies de barro", ya que "nunca ha habido tanta desigualdad entre las personas". Un día de celebración que Abad desea que no se celebre más. Una edad, los veinte, con la que a Abad le gustaría que Intermón muriera: "Ojalá desapareciéramos, esto significaría que los países del Sur no necesitan nuestra ayuda nunca más, que la población no tiene necesidades", sentencia Abad.