Humor y creatividad al inicio del año
el arte y la televisión se hacen un hueco en los disfraces con los que los pamploneses celebran la nochevieja
eL ingenio y la creatividad se colaron entre los disfraces más tradicionales -piratas, vikingos o demonios- en la primera noche del año. Los pamploneses hicieron gala de su ingenio, una vez más, y demostraron que a la hora de disfrazarse, casi todo vale. La plaza del Castillo fue el centro de operaciones de los jóvenes, ataviados de forma colorida y con ganas de recibir el año con alegría.
Javier Puy, Raquel Fernández, Ana Zabalza y Pablo Garrido iban hechos un cuadro, caracterizados como Autorretrato de Van Gogh, la Mona Lisa, La joven de la perla y El grito. Los jóvenes de 23 años contaron que todos los años intentan ser originales y pensar días antes el disfraz, normalmente hecho a mano y no comprado. "El año pasado nos disfrazamos de vasos de Starbucks y hace dos de macetas, por ejemplo", afirmaron. No fueron los únicos. Mikel Burguete emuló la obra La libertad guiando al pueblo, de Delacroix, buscando también el toque original a la hora de disfrazarse. Estos cuadros andantes debieron tener cuidado, ya que también andaban por ahí Leire e Isabel, que se convirtieron en ladronas de obras de arte. "Llevamos muchos años queriendo disfrazarnos con la peluca rubia y en esta ocasión era o de chonis o de esto", bromeaban.
Los personajes televisivos también se hicieron un hueco en la Nochevieja pamplonesa. "Me ha hecho el disfraz mi abuela, Celia Iribarren", contaba orgulloso Iñaki Urbina, que junto a Ana de la Cava y Xabier Olagüe se vistieron de Miley Cyrus para empezar el año lo más sexys posible. "Tres días ha estado la mujer cosiendo los disfraces para mí y para Xabi", añadía. Por otro lado, celebrando su primera Nochevieja disfrazados, los jóvenes de 15 años Beatriz Zugasti, Marina Francés, Nerea Ekay y Gonzalo Hernández se convirtieron en el Monstruo de las Galletas. "Nos parecía algo bastante original. Además hemos ido repartiendo galletas. Un chino nos ha cambiado una por rosas", contaron. Pippi Langstrump llegó a Pamplona de la mano de Nerea Esandi, Izaskun Paternain, Itxaso Erro, Patricia Olóriz, Karllys Moran, Amaia Jiménez y Noemí Enciso, quienes contaron que reutilizaron el disfraz que habían utilizado en fiestas de Huarte. "Lo solemos hacer por ahorrar, por costumbre, a no ser que sea un disfraz muy aparatoso", explicaron. Quedó demostrado que esta serie televisiva no pasa de moda, al igual que la película Grease. Las jóvenes de 17 años Ana, Laura, Natalia, Ángela, Elena, María y Sarah volvieron al pasado y se vistieron como en los años 50, emulando a Olivia Newton John. "Hemos ambientado el carro de la compra y también los batidos para que seamos únicas", señalaron.
Walter White, de la serie Breaking Bad, fue uno de los disfraces más repetidos. La cuadrilla de Pablo Plaza eligió este personaje porque "es la serie del año, somos adictos y hemos visto todas las temporadas", según contaron. Estos amigos de 24 años salieron a celebrar, además del fin de año, el cumpleaños de Xabier Ayerra, uno de ellos. Alejandro Zapata, también caracterizado con el buzo amarillo del popular personaje, llevaba además como complemento la azulada metanfetamina -hecha con azúcar y colorante- de la serie y dinero hecho con papel higiénico y servilletas. Lo acompañaban sus amigos Kiko Martínez, Javi Sánchez, Dylan Lasheras, Íñigo López y Alberto Santiago, disfrazados de pollo, demonio, Dragon Ball y mariposas.
originalidad en lo común Pablo Pérez, Peio Chocarro, Eduardo Molinat, Miguel Margallo, Daniel Contín, Enrique Iriso y Adrián Ayúcar, de 25 años, se disfrazaron de vikingos. Pero no contentos con eso, prepararon un barco con carros del supermercado decorados. "Casi todos los años hacemos algo de este estilo. El año pasado fuimos de Guardia Real Británica y otro año de venecianos también con el barco", narraron. Como esquimales se caracterizaron David, Jairo, Blas, Isis, Emilio y Sara, amigos de Jorge Aguado, que llegaron desde Zaragoza para comenzar el año de una manera diferente. "Llevamos tres días aquí y nos llama la atención que todo el mundo se disfraza, así que nos hemos animado", comentaron. La cuadrilla Los Chachos, decidieron "hacer un homenaje a las chicas de voley-playa" y recrearon un partido en la plaza del Castillo. También hubo emoticonos de WhatsApp o presos con el número de Mandela. Todo un derroche de humor y creatividad para recibir el nuevo año.
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