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Una prueba de 10 segundos

los tests de saliva que emplea la policía foral desde el verano son más rápidos y fiables

Una prueba de 10 segundos

La prueba de detección de estupefacientes, psicotrópicos y otras sustancias tóxicas se basa en el estudio de la saliva del conductor. Para ello, los agentes de la Policía Foral realizan un primer test de carácter indiciario a pie de carretera que detecta hasta cinco grupos de drogas diferentes (cocaína, opiáceos, hachís, anfetaminas y metanfetaminas), que en caso de dar positivo a alguna de las sustancias, se completa con el análisis de una segunda muestra en el laboratorio de referencia de Nasertic en un plazo de una semana. Solo después de la confirmación de esta segunda prueba se tramita la multa a través de la Dirección General de Tráfico.

La Policía Foral decidió cambiar los kits para realizar los controles el año pasado, después de comprobar que los dispositivos que venía utilizando estaban arrojando errores en las pruebas de contraste efectuadas en laboratorio. Ahora utiliza los test de la marca Drugwipe, desarrollados por la empresa Securetec Detektions-Systeme AG, los mismos que emplean la Ertzaintza y la Gendarmería francesa en la actualidad. "Son más fiables y más rápidos que los anteriores, porque la primera toma de saliva se hace en diez segundos y solo se hace una segunda toma de saliva si es positivo", señala el jefe de la División de Seguridad Vial de Policía Foral, Toño Malumbres.

El procedimiento de la prueba es sencillo. El candidato impregna con su saliva unas pequeñas esponjas ubicadas en una de las partes del kit de detección, que al ser insertadas en el lector de consumos, se empapan con un disolvente orgánico alojado en una cápsula que contiene el propio dispositivo. Pasados entre 3 y 10 minutos el test revela si el sujeto ha consumido alguna droga mediante unas marcas que aparecen en la zona de lectura. En caso de que el resultado sea positivo se realiza una segunda toma de saliva que se remite precintada al laboratorio para el correspondiente análisis de contraste.

Los tests que emplea la Policía Foral son capaces de detectar consumos de drogas en las ocho horas previas a la prueba, con unas cantidades de corte internacionalmente aceptadas, aunque es una materia sobre la que no se ha legislado en profundidad. "No interesa ver si ha habido consumos antes, porque se entiende que no tendrían influencia sobre la conducción", expone Malumbres. Esa misma horquilla temporal es la que determina cuando un conductor que ha dado positivo en el test de drogas puede volver a circular. Además de los controles preventivos, las pruebas también se realizan en accidentes donde ha podido haber consumo de sustancias.