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Respuesta a la presidenta

Ante la incesante lluvia de declaraciones, muchas de ellas implícitamente relacionadas con el comunicado que emitió el Sindicato Médico de Navarra el pasado día 4 de febrero sobre la deriva de la Sanidad Pública, en el SMN hemos considerado procedente manifestar nuestra opinión corporativa en respuesta a las sucesivas "interpretaciones" que se vienen publicando sobre el asunto. Como paso previo queremos reafirmarnos en el contenido del citado comunicado sobre la Sanidad Foral en todos y cada uno de sus apartados. Se trata de un texto meditado y su diagnóstico ha sido sin duda certero, prueba de lo cual es el aluvión de adhesiones que hemos recibido.

Lamentamos la aversión de los miembros del Gobierno hacia el ejercicio de autocrítica. Tanto la presidenta, como posteriormente la consejera de Salud, se han mostrado incapaces de ofrecer una explicación razonable y coherente sobre las cuestiones esenciales que afectan a la imagen de la Sanidad Foral. Con el tono triunfalista de sus declaraciones intentan convencer a los ciudadanos de que cierren los ojos ante algo que la realidad pone una y otra vez en evidencia: las cosas en Salud no van bien. Los problemas son en nuestra opinión muy preocupantes y necesitan ser encarados con decisión, criterio y voluntad real de solucionarlos; la ocultación y la autoalabanza no son de utilidad, ni siquiera para la propia consejería desde donde no se ha pronunciado una sola palabra dirigida a clarificar su política de ceses y nombramientos, sobre el espectáculo del conflicto con los traumatólogos, sobre el conflicto en Atención Primaria, o sobre el papelón que están representando algunos de los miembros de la dirección de Salud desde hace ya muchos meses. ¿De verdad se puede sostener que en Navarra no se han aplicado similares restricciones que en el resto del Estado? ¿Qué aquí no hay copago? ¿Cómo se puede afirmar que el programa de detección del cáncer colorrectal -que apenas ha empezado- se está pagando con lo que se ha ahorrado con la externalización de las cocinas? ¿Son los médicos responsables de la implantación de las tan denostadas peonadas o fue el propio Gobierno de UPN? ¿Podemos seguir sin ninguna inversión en sanidad? ¿Cómo se puede mantener la idea de que las listas de espera han mejorado cuando hay más de 50.000 pacientes esperando una primera consulta?

Recortar no es sinónimo de gastar mejor. Tampoco presumir de un gasto superior por habitante garantiza una mayor eficiencia ni unos mejores resultados, y reducir costes no puede derivar en una merma de la calidad asistencial. Por ello estamos preocupados, la "alta calidad asistencial" de la que presumen los gobernantes se mantiene gracias al trabajo y dedicación de los profesionales, y en muchas ocasiones, a pesar de los gestores. ¿Falta de proyecto?: "No hay buen viento para quien no sabe dónde va"?

No entra en el espíritu de este escrito hacer una valoración de todas y cada una de las "prendas" que jalonan el discurso del "país de las maravillas" de la presidenta y la consejera; la mayoría se cuestionan solas. Sin embargo entendemos que nuestra responsabilidad como sindicato profesional incluye el ejercicio de la crítica constructiva y la información veraz, tanto hacia nuestros afiliados como a la población de Navarra. Esto es lo que justificó nuestro comunicado anterior, y motiva el presente. Reiteramos nuestra disposición a arrimar el hombro tanto como sea necesario para sacar la sanidad de la crisis, pero no podemos tolerar que esta tarea recaiga prácticamente en exclusiva sobre los hombros de los médicos, que son quienes asumen la responsabilidad ante los enfermos, pero cuyos criterios no son tenidos en cuenta y sus condiciones de trabajo empeoran mes a mes.

La Comisión Ejecutiva del Sindicato Médico de Navarra