pamplona - La que fuera integrante del equipo rectoral de la Universidad Pública de Navarra (2003-07), docente y luchadora de mil causas siempre con los derechos humanos y sociales como eje de su vida Conchita Corera Oroz falleció ayer en Pamplona a consecuencia del cáncer, enfermedad a la que intentó hacer frente desde que le fue diagnosticada hace poco menos de dos años. Con motivo del Premio Sociedad y Valores Sociales que le otorgó el Colegio de Sociólogos y Politólogos de Navarra (12/12/2013), sus colegas aseguraron que el curriculum de Conchita Corera Oroz (Aós 1947-Pamplona 2014) "está más lleno de experiencias y compromisos que de títulos y galardones", pero lo cierto es que la comunidad navarra, en sus facetas educativas y social, tiene mucho que agradecer a esta mujer que se ha ido demasiado pronto después de aportar tanto.
Desde la Escuela de Trabajo Social, en la que ejerció la docencia, fue una de las personas que con más ahínco impulsó la creación de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), institución que siempre creyó necesaria y a la que sirvió hasta su jubilación en 2012. La carrera docente de Conchita Corera Oroz se inició en la escuela de Trabajo Social que dependía del Arzobispado de Pamplona, en la que estudió y a la que dirigió. Fue el germen de la que creó el Gobierno de Navarra en la calle González Tablas dependiente de la Universidad de Zaragoza (distrito universitario al que pertenecía entonces Navarra) y para la que Corera aprobó la correspondiente oposición. Al crearse la UPNA, no se le reconoció su categoría profesional y tuvo que realizar de nuevo otra oposición. Dos pruebas para demostrar una valía consustancial a su vida. Ya en la UPNA dirigió el departamento de Trabajo Social. "Ha sido la maestra de todas las trabajadoras sociales de Navarra", aseguraban ayer sus compañeras quienes destacaron su carácter afable, la cercanía a su equipo y el haber ejercido una dirección horizontal "siempre con la puerta abierta para recibir a todo el mundo".
Pero la aportación de Conchita Corera a la UPNA va más allá. Fue adjunta al Rector (con Pedro Burillo) para las Relaciones Sociales y de la Comunidad. El espíritu emprendedor, que compartió siempre con sus compañeros, y el afán de dotar a la UPNA de instrumentos que le permitan ser centro puntero en materias sociales, dio frutos tan destacados como la implantación de la Unidad de Acción Social, la Cátedra Unesco de Ciudadanía, Convivencia y Pluralismo, el I Plan de Igualdad o la Unidad de Igualdad, todos de su cosecha.
FAMILIAR Y COMPROMETIDA Quienes la han conocido coinciden en destacar su capacidad de trabajo, su generosidad y haber proyectado su compromiso social en muchas causas. Su curriculum subraya su trayectoria como mujer comprometida que hizo compatible con una vida privada plena (siempre acompañada por su marido, Jesús Iribarren y orgullosa de sus hijos, Txus, nuestro compañero de DIARIO DE NOTICIAS, Patricia y Arantza). El pasado diciembre, cuando recibió el Premio Sociedad y Valores Humanos, se dijo que los logros de Conchita no los alcanzó "con el viento a favor en esta Navarra de ventanas cerradas. Todo lo contrario". Sus posicionamientos críticos y claros con el poder añadieron un plus de mérito a todo su recorrido personal y profesional. "Conchita tuvo la cualidad de ser fuerte con los fuertes y débil y sensible con los débiles. Siempre dispuesta a escuchar, a regalar una sonrisa y una palabra de ánimo de ésas que hacen tirar para adelante a todos/as. Amiga de sus amigos y respetada por quienes no pensaban como ella".
Causas de todo tipo (políticas, culturales, lingüísticas, sociales, religiosas, profesionales, universitarias, movimientos por la paz?), pero sobre todo en torno a la idea de la justicia e igualdad social y los principios éticos han guiado sus acciones. "Su origen y contexto histórico explican esta faceta. Cuando alguien bebe de las fuentes humildes pero orgullosas de una familia obrera en los tiempos revueltos de la Guerra Civil y el franquismo no hay otro camino que ser de izquierdas. Una dictadura contra la que militó barrio a barrio, charla a charla, calle a calle, clase a clase, manifestación a manifestación", reza su particular cronología humana.
Es cierto que más allá de su participación en U NAI, añadieron sus colegas sociólogos, "su militancia no ha tenido una concreción en un cargo público o de partido, pese a recibir ofertas. Pero también lo es que nunca ha evitado pronunciarse con claridad y firmeza sobre los temas de actualidad".
Su implicación en la Red Navarra de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, la Fundación Argibide, los equipos fundadores de la Fundación Bartolomé de Carranza, el Foro Gogoa, Cristianismo y mundo actual, Foro de debate Iruña, Foro por la Reconciliación o Solasbide dan cuenta de la intensa labor social con la que Conchita Corera Oroz completó un denso curriculum que, de no haberse cruzado con una enfermedad indomable, hubiera seguido engordando ya que, conociéndola, su jubilación en 2012 no le habría apartado de lo que realmente quería, su familia y el afán e inquietud por mejorar la sociedad.
Hoy miércoles a las 13.15 será despedida en el cementerio de Pamplona y por la tarde, a las 20.00 horas en la iglesia de la Asuncion. Goain Bego.
Justicia e igualdad. Causas políticas, culturales, lingüísticas, sociales, religiosas, profesionales, universitarias, movimientos por la paz?, todo en torno a la idea de la justicia e igualdad social y los principios éticos han guiado sus acciones.