PAMPLONA. Tras criticar que se adjudicara la gestión de estos centros a una empresa con conflictos laborales, los familiares de usuarios de Las Hayas-Monjardin en Sarriguren, Infanta Elena en Cordovilla, Valle del Roncal en Pamplona y Oncineda en Estella recuerdan que el conflicto ha deparado en una huelga que dura ya dos meses.
Y "la responsabilidad última del cuidado de las personas con discapacidad de personas residentes y usuarias de centros públicos es de la Administración Pública, aunque ésta haya decidido ceder su gestión a empresas privadas", precisan en un comunicado.
En él añaden que a la Administración corresponde "la vigilancia y exigencia del cumplimiento del contrato suscrito con la empresa adjudicataria, en los términos íntegros recogidos en los Pliegos de Condiciones" y sin embargo lo "ajustado" del personal hace que "no se atienda" con la calidad "de la que hacen gala".
Una situación que ha empeorado con la huelga, que ha traído dicen "notorias" deficiencias en el servicio, con "desatenciones individuales y colectivas" por las que se han presentado ya denuncias que han sido "archivadas" por la Administración al entender que los problemas surgidos no afectan a "cuidados básicos" y por tanto no tienen que ser garantizados en jornadas de huelga.
"Es decir, la Administración Pública se limita a exigir unos mínimos de atención. Con ello muestra una gran insensibilidad para con las personas con discapacidad a quienes ni protege, ni atiende en la totalidad de sus necesidades", mientras "sorprende el trato que viene dispensando a la empresa adjudicataria", agregan.
Y precisan que primero "no exigió que tuviera las cuestiones sociales de su personal resueltas y ahora, no se plantea exigirle el cumplimiento íntegro de los Pliegos de contrato y se conforma con una atención de mínimos" pese a que "ya han pasado más de 17 meses de conflicto y no se ve en vías de solución".
Para la familiares de las personas discapacitadas usuarias de estos centros "la Administración, como ya tiene una empresa gestora privada, se desentiende de las exigencias contractuales y de su responsabilidad", lo que interpretan como "un abandono" de este colectivo.