nació en 1928 con el nombre de Cuerpo de Policía de Carreteras y funciones relacionadas principalmente con el tráfico. Creció y se desarrolló, pero solo a partir del 4 de diciembre de 1964 comenzó a denominarse como en la actualidad, Policía Foral de Navarra, una institución que en el nuevo milenio ya puede considerarse integral al abarcar cualquier aspecto de la seguridad pública, desde la investigación criminal, hasta la vigilancia del medio ambiente, pasando por otras áreas como el control de los juegos y espectáculos, todo ello aderezado por un despliegue territorial consumado en la pasada legislatura, que comprende la existencia de siete comisarías que cubren toda la comunidad.
La Diputación Foral de Navarra decidió crear el Cuerpo de Policías de Carretera en 1928 con objeto de “atender a la policía de las carreteras, vigilar la circulación e inspeccionar los impuestos provinciales -especialmente el de Patentes- dentro de las mismas”. En sus inicios se trataba de un Cuerpo adscrito a la Dirección de Caminos que en 1935 se unió al de Recaudadores de Arbitrios, si bien siempre funcionaron como dos secciones independientes a pesar de compartir jefatura y reglamento.
En acuerdo de 11 de enero de 1963, al tiempo que la Diputación aprobaba los criterios de coordinación establecidos entre su Dirección de Caminos y la Jefatura de Tráfico, se encomendó a la citada Dirección la elaboración de un proyecto de reorganización del Cuerpo de Policía de Carreteras, aprobado el 4 de diciembre de 1964 y publicado en el Boletín Oficial de Navarra el 24 de febrero de 1965. Las principales novedades de este acuerdo fueron el cambio de la denominación del Cuerpo, que pasó a llamarse Policía Foral de Navarra, dejando de estar integrado en la Dirección de Caminos, para depender directamente del Vicepresidente y se eliminó cualquier relación con los recaudadores de arbitrios. Además amplió sus funciones, haciéndose cargo de la ordenación del tráfico y transporte en colaboración con la Guardia Civil y asegurando el cumplimiento de todas las disposiciones jurisdiccionales de la Diputación, asumiendo labores de policía administrativa y de cooperación con las autoridades locales y otras fuerzas de seguridad, y prestando auxilio y ayuda a la población en situaciones de peligro o emergencia.
desarrollo de competencias Con cambio de régimen político, la aprobación de la Constitución Española de 1978 y la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra en 1982 y la llegada de los estatutos de autonomía, la Policía Foral continuó con el desarrollo de las funciones que ostentaba y los agentes comenzaron a custodiar los edificios oficiales de la Diputación y a dar protección personal a distintas autoridades. En 1986, con la asunción de la competencia en esta materia, la Policía Foral comenzó también a controlar los aspectos relacionados con el juego y actividades recreativas y espectáculos públicos, con especial atención a los taurinos.
La plantilla de la Policía Foral comenzó a ampliarse regularmente desde junio de 1987 (pasa de 86 a 133 miembros). Ese mismo año, el Cuerpo cambió su imagen externa: sus uniformes grises fueron sustituidos por unos más modernos y funcionales en los que predominaba el color rojo representativo de la bandera de Navarra. De igual forma, se mejoraron los medios materiales (vehículos, motocicletas?) y se identifican con los nuevos distintivos rojos.
En 1990 se creó la Brigada de Medio Ambiente para velar por la protección de los espacios y recursos naturales e inspeccionar el cumplimiento de las disposiciones relacionadas con el medio ambiente y en 1997 la Policía Foral empezó a realizar funciones de policía judicial y a investigar hechos delictivos producidos en la Comunidad Foral.
En 1998 se constituyó el Centro de Mando y Coordinación (CMC), que permite a la Policía Foral gestionar sus propios recursos humanos y materiales ante las demandas de diferentes servicios y en enero de 2001 inició su andadura la Brigada Central de Intervención (BCI) con labores de seguridad ciudadana orientadas a vigilar los espacios públicos, proteger y ordenar las manifestaciones y mantener el orden en grandes concentraciones.
A comienzos del año 2005 se formó el Grupo de Intervenciones Especiales (GIE) para llevar a cabo labores policiales de especial riesgo y en diciembre de 2010 se incorporó al Cuerpo la vigésima promoción de la Policía Foral, integrada por ocho mujeres y 101 hombres, para sumar casi 1.100 efectivos.
Del gris al rojo. La uniformidad roja que actualmente emplea la Policía Foral no empezó a ser tal hasta el año 1987. Hasta entonces y desde sus orígenes, había sido gris, igual que los vehículos.
Las dos primeras mujeres. En la promoción de 1987, integrada por 47 nuevos agentes, ingresaron en la Policía Foral las dos primeras mujeres.
1.084
Son los agentes que actualmente integran la Policía Foral, repartidos en siete comisarías.