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Empresas y particulares presentan 500 demandas al mes en los juzgados para reclamar deudas

Crecen un 6% estas reclamaciones que no pagan tasa si no superan los 2.000 € Empresas que compran deuda a los bancos para reclamárselas a los morosos son las más habituales de los monitorios

pamplona - La cantinela difundida por el Gobierno central como si fuera un eslógan preelectoral de que “estamos saliendo de la crisis, si no hemos salido ya” tiene la mala pata de darse de bruces de vez en cuando con la realidad numérica, con estadísticas como las judiciales que parecen empeñadas en quitarle la razón al Ejecutivo o al menos en bajarle los pies a la tierra.

Sin ir más lejos, en el último informe conocido sobre los efectos de la crisis en los órganos judiciales, que dio a conocer el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y que hace referencia a los procedimientos incoados entre enero y septiembre de 2014, es decir los tres primeros trimestres, se ha detectado que aunque en el sector laboral haya disminuido el volumen de ERE, despidos, concursos de acreedores y reclamaciones de cantidad, la actividad económica diaria no sigue esta senda.

De hecho, al contrario de esa tendencia, los procedimientos monitorios, que sirven para reclamar cantidades económicas en los juzgados, es decir deudas vencidas o facturas impagadas (no se puede reclamar que concluya una obra o la entrega de un electrodoméstico o de un coche, solo deudas líquidas, dinerarias), han experimentado en Navarra un crecimiento del 6% respecto a 2013, cuando empezaron a descender estas reclamaciones. En concreto, hasta el 1 de octubre, los juzgados navarros habían recibido 4.443 monitorios, 1.214 de ellos en el tercer trimestre lo que supone una subida del 7,5% respecto al mismo periodo del año pasado.

El monitorio es un procedimiento judicial pensado para reclamar cantidades económicas inferiores a 250.000 euros que se acrediten documentalmente y que afectan a morosidades en comunidades de vecinos, a empresas proveedoras, autónomos, pymes y particulares. La diversa casuística a la que puede obedecer este tipo de reclamaciones ha hecho, sin embargo, que a día de hoy sean varios los sectores que más deudas reclaman y, entre ellos, no podía faltar el sector financiero. Ahora han surgido multinacionales especializadas en recobros que compran a los bancos su cartera de deudas y luego acuden a los tribunales para reclamar a los morosos. La noruega Lindorff es una de las más habituales en acudir a los juzgados. Por tanto, la deuda ya no la tendría el cliente con el banco sino con la empresa de recobro. Además, las empresas de telefonía y proveedores de Internet son otras de las grandes especialistas en el cobro de monitorios a cualquier precio y muchas de estas reclamaciones terminan siendo saldadas porque el deudor no se opone, ya que en caso de que lo hiciera es posible que tuviera razón porque la deuda que se le reclama es injusta. Cada vez se reclama por cantidades más pequeñas, en cuanto una factura es devuelta de la entidad bancaria correspondiente, ya sea por 80 o por 800 euros.

EN 20 DÍAS, RESPUESTA O EMBARGO Podría resultar sintomático el hecho de que este tipo de procedimientos hayan revertido su tendencia a la baja y vuelvan a subir ahora cuando en la jurisdicción civil la mayoría de asuntos han descendido de manera importante debido al establecimiento de las tasas judiciales. Sin embargo, en los monitorios esto tiene una explicación. En primer lugar, para reclamar una deuda inferior a 2.000 euros no es necesario pagar la tasa que sí está contemplada para cantidades superiores; y en segundo lugar es que además para cantidades menores de 2.000 euros no es necesario que la empresa, el particular o el autónomo acuda al juzgado con abogado o procurador. Obviamente esta no es una traba mayor para grandes compañías, que tienen a su disposición bufetes de abogados y servicios jurídicos especializados ad hoc para este tipo de reclamaciones, pero a las pequeñas y medianas empresas, comercios o incluso a pequeñas comunidades de vecinos que no tienen una importante partida de gastos. Si lo que se reclama supera los 2.000 euros es entonces cuando sí se precisa la intervención tanto del letrado como del procurador.

Sobre el papel el monitorio puede resultar un proceso relativamente ágil. Desde que se presenta la demanda se abre un plazo de 20 días para poder oponerse a la misma mediante un escrito en el que deben constar las razones de su negativa. Ante este supuesto se acudiría a un juicio posterior (verbal si no llega a 6.000 euros y ordinario si los supera) En el caso de que el moroso no haga nada, es decir, no responda al procedimiento, se iniciará la ejecución de la deuda. Es decir se le embargarán bienes para hacer frente a la cantidad que debe. El problema es que muchas veces los deudores no tienen ni siquiera bienes con los que hacer frente a la deuda y, por tanto, el monitorio pierde toda su agilidad y, por ende, su eficacia.

4.443

Los procedimientos monitorios registrados en los juzgados navarros entre enero y septiembre del presente año alcanzan ya los 4.443 asuntos. En concreto, en el primer trimestre hubo 1.651 reclamaciones, en el segundo 1.578 y en el tercero 1.214. Los datos globales indican que el crecimiento de estos asuntos respecto al pasado año 2013 ha sido de un 6%.

3 posibles respuestas. En caso de que se presente la reclamación judicial se pueden presentar tres escenarios:

- Que el reclamado pague, con lo que se termina el proceso y se procede a su archivo.

- Que el reclamado no pague ni explique por qué no lo hace, con lo que se dictará un auto de ejecución contra el mismo.

- Que el reclamado se oponga y se acuda a un juicio.