Primavera sin paraguas en la Carpa Universitaria
La lluvia no hizo acto de presencia en el patinódromo de Amaya pese a las previsionesLas diferentes carreras ofrecieron en sus barras temáticas diversas actividades [GALERÍA DE IMÁGENES EN EL INTERIOR]
Pamplona - La Carpa Universitaria de Primavera volvió a congregar a miles de jóvenes en el patinódromo de la Ciudad Deportiva Amaya, donde pese a las previsiones de lluvia durante gran parte de la mañana solo cayeron algunas gotas tímidas que a penas dejaron rastro durante unos segundos en el suelo.
Desde la organización, Mintxo Condearena, de Escena Zero, se mostraba muy contento de que el cielo aguantase. “Esperábamos lluvia y no ha habido, así que ha sido toda una alegría”, subrayaba, aunque las malas previsiones les privaron de ofrecer todas las actividades que tenían programadas y solo se pudo colocar el bubble sumo, que se iba a colocar en el interior, pero finalmente se pudo sacar fuera. “Queríamos poner el futbolín humano, pero no se puede mojar y no nos podíamos arriesgar”, indicó Condearena.
En total 22 horas de fiesta ininterrumpida que comenzaron a las 09.00 horas con la apertura de puertas y el tradicional campeonato de mus. Los más madrugadores cambiaron el café y la tostada por el pacharán y las cartas dispuestos a comenzar bien la jornada. Pese al madrugón, ninguno ponía ninguna queja. “Para jugar al mus nunca hay pereza”, aseguraba Ana Aldaz, que desde primera hora ya estaba en la carpa.
Aunque no llovió, puede que las previsión meteorológica desfavorable fuese la culpable de que la afluencia matutina fuese inferior a la acostumbrada. Mientras que en anteriores ocasiones con la llegada del mediodía los estudiantes ocupaban ya todo el recinto, en esta ocasión solo había aglomeración junto a las barras y hubo que esperar hasta las 13.00 horas para que desplazarse de una punta a otra del patinódromo dejase de ser un paseo y se convirtiese en circuido de obstáculos en el que los asistentes tenían que esquivar empujones y lluvias de bebida ajena.
Entre los asistentes había quienes disfrutaban por primera vez de la experiencia, mientras que otros, como Sara Sanz Aristoy, acudían convertidos ya en todos unos veteranos con nueve años de carpas a sus espaldas. “Hay alguna que me he perdido, pero porque no he podido venir -indicaba-, si por mi hubiese sido habría estado en todas”.
barras temáticas Las distintas carreras mostraron ayer su trabajo expuesto en las barras a moto de carteles, juegos de azar, photocalls artesanales y demás elementos ornamentales que, ante todo, buscaban atraer el mayor número de potenciales consumidores.
Whatsapp no solo fue una herramienta indispensable para mantener unidas a las cuadrillas, desperdigadas entre los baños, las barras y los continuos saludos a conocidos. En Magisterio de Primaria eligieron la popular aplicación como temática para su barra. “Hemos orientado todos los juegos hacia los emoticonos”, apuntaba César Beunza García, de la comisión, refiriéndose, por ejemplo, a un concurso para adivinar los nombres de películas mediante estos dibujos.
Una de las conocidas como eles, las barras dobles ubicadas junto a las entradas, correspondió a Economía. Miguel Osta Garatea, admitía que esto es un punto a su favor. “Por aquí suele pasar mucha gente y si llueve muchos se quedarán aquí, así que esperamos obtener bastante beneficio”, afirmaba.
Los otros afortunados en obtener una de estas ubicaciones, que tradicionalmente obtienen las mejores cifras de beneficios, fueron los estudiantes de Magisterio Infantil, quienes decoraron su barra como si de un casino se tratase. “Hemos tardado un mes en hacer la decoración quedando por grupos cuando teníamos algún rato libre”, aseguraba Sandra Rodrigo García.
Los más apegados a las raíces se encontraban entre los ingenieros agrónomos, que apostaron por el atuendo sanferminero. Como manda la tradición, a las 12.00 horas lanzaron su particular chupinazo de confeti, un acto que, tal y como apuntó Fernando Zulategui Beñarán, “no podía faltar”.
En las barras todos intentaban llamar la atención, aunque llegada la noche los que mejor cumplieron con su cometido fueron los ingenieros eléctricos, quienes con su cartel y camisetas luminosas se hicieron ver por encima del resto. Gabriel Maeztu, uno de los estudiantes, explicaba: “Pretendíamos hacer algo único y novedoso y compramos unas camisetas con un ecualizador que se enciende con el sonido.
El Post-it
Subida de precios. Algunas de las consumiciones en las barras de la Carpa Universitaria aumentaron su precio en 50 céntimos con respecto a anteriores ediciones. En concreto se modificó el precio de los chupitos, que pasaron a costar 1,50 o 2,50 euros dependiendo de su contenido en alcohol, y los cubatas, que se situaron en los cinco euros a excepción de las horas de promoción (de 09.00 a 13.00 horas y de 16.00 a 18.00 horas), cuando su precio se rebajó en un euro, pasando a costar cuatro.
En corto
bubble sumo
Pegatinas y sombreros. Las pegatinas de colores fosforitos y mensajes sugestivos compartieron protagonismo con los sombreros piratas de Capitán Morgan, marca que también estampó su logo en cada uno de los vasos reutilizables que se vendieron en las barras.
Conciertos. Por la tarde los conciertos se hicieron con el escenario. En primer lugar actuaron los jóvenes H13, seguidos de Los Webotes, que hicieron bailar a todo el mundo. Con un cambio de tercio aparecieron Ingravito, que cerraron los conciertos para dejar paso a la electrónica de Adeepted, David Dyceneck y Les Castizos, quienes cerraron la fiesta hasta la próxima edición.
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