La reválida impuesta por el PP afectará a los 4.200 navarros que inician Bachillerato en septiembre

pamplona - Los alrededor de 4.200 escolares que en septiembre comenzarán 1º de Bachillerato serán los primeros en enfrentarse a la reválida que sustituirá a la actual Selectividad. Asimismo, el alumnado que curse 3º de ESO afrontará la evaluación final de ESO, una prueba que hasta ahora no existía y que será obligatoria para obtener el título.

Ambas pruebas, que recuerdan a las antiguas reválidas, fueron analizadas ayer en la reunión de la comisión sectorial de Educación, que abandonaron a los 15 minutos los representantes de las CCAA en las que no gobierna el PP (Andalucía, Asturias, Canarias, Catalunya y CAV) con la excepción Navarra. El consejero de Educación, José Iribas, según explicó en la reunión, prefirió quedarse para realizar las aportaciones desde una visión “critica y constructiva”. Tras criticar al Ministerio por no haber propiciado una mayor participación, Iribas pidió “prudencia” con las evaluaciones. “Por primera vez van a tener efectos académicos y hay que diferenciar bien la de ESO de la de Bachillerato. Debemos tener muy presente que, tal y como dice la ley, el éxito evaluaciones es conseguir que ningún alumno encuentre ante ellas una barrera infranqueable”, aseguró el consejero.

La reforma educativa impuesta por PP prevé exámenes al acabar las etapas de Primaria, Secundaria y Bachillerato. Para los estudiantes de 4º de ESO y de 2º de Bachillerato, además, serán reválidas, es decir, si no aprueban esos exámenes, no consiguen el título y no pueden seguir estudiando. El examen de final de Bachillerato, que sustituye la Selectividad a partir de 2017, al igual que el de Bachillerato, consistirá en un test con 350 preguntas de respuestas múltiples. Un primer bloque estará asociado a las cuatro materias troncales generales y tendrá un máximo de 200 preguntas. Un segundo se referirá a las dos materias troncales de opción elegidas por el escolar y constará de un máximo de 100 preguntas, y el último se centrará en la materia específica elegida por el estudiante, y constará de un máximo de 50 preguntas.

Ambas reválidas están previstas para junio de 2017, lo que significa que los conejillosdeindias serán los escolares que el próximo septiembre comenzarán 3º de ESO y 1º de Bachillerato. Aparte de la evaluación de Bachillerato, el alumnado que quiera acceder a la Universidad deberá realizar las pruebas de admisión que organicen cada centro académico.

En lo que respecta a la evaluación de Primaria, que no tiene efectos académicos y que se realizará en junio de 2016 con los alumnos de 6º de Primaria, constará de pruebas escritas u orales del área de comunicación lingüística en castellano y en lengua extranjera, un ejercicio sobre competencia matemática y otro sobre la científica.

plante de varias ccaa El ministro presentó ayer a las comunidades autónomas los borradores de los reales decretos que regulan estas reválidas y de nuevo sufrió un plante, en este caso de Canarias, Andalucía, Asturias, Catalunya y la CAV. Sus representantes se levantaron de la mesa a los 15 minutos del inicio de la comisión. “Nos negamos a asistir como meros espectadores al continuo desprecio al profesorado y a la devaluación constante de las competencias de la autonomía que persigue la LOMCE”, según un documento conjunto leído a la prensa por el consejero canario José Miguel Pérez. Estas autonomías consideran un “despropósito” seguir dando pasos “en una dirección que no conduce a ninguna parte” y ven en las revalidas un objetivo “centralizador y excluyente”. Las del PP interpretaron que las otras autonomías “anteponen las batallas ideológicas a lo que realmente importa”, que es el “rendimiento educativo de los alumnos”.

Justo tras la salida de esos representantes autonómicos le tocó intervenir a Iribas quien, tras recordar que la implantación de la LOMCE en Secundaria y Bachillerato debería haberse pospuesto un año, afirmó que “entiendo que tengo que mantenerme en la mesa para escuchar al resto y conseguir que se escuchen las propuestas de Navarra. Prefiero colaborar de una manera crítica y constructiva, para vigilar el proceso”. En su intervención, el consejero criticó a Wert por no haber propiciado mayor participación de las CCAA en el borrador de real decreto y pidió prudencia con las pruebas de evaluación. “Tenemos experiencia de evaluaciones censales y muestrales pero sin efectos académicos. Navarra tiene muy claro que el carácter que tiene la ESO es distinto del Bachiller, ya que la primera es obligatoria y debe dotar de una serie de enseñanzas universales. La ley dice que el éxito de las evaluaciones es conseguir que ningun alumno encuentre ante ellas una barrera infranqueable. Y eso hay que tenerlo muy presente”, concluyó Iribas, que esperó que el real decreto “no interfiera sino relance el plan de éxito de Secundaria que tenemos en Navarra”.

1. Evaluar sobre temas de Navarra. Pidió incorporar estándares de evaluación propios de Navarra. Que cada comunidad pueda establecer sus criterios en lo referido por ejemplo a Geografía e Historia.

2. Diferenciar las reválidas de ESO y de Bachillerato. El consejero insistió en la necesidad de que se diferencien bien la evaluación de ESO de la del Bachillerato, ya que tienen distinta naturaleza.

3.Dos pruebas de ESO diferenciadas, según van a cursar Bachillerato o FP. El consejero navarro planteó caracterizar las pruebas de ESO según la elección de cada alumno. Diseñar la opción del Bachillerato y la de FP con criterios distintos de evaluación.

4.No reducir la prueba solo a preguntas tipo test. También solicitó que se incorpore a la evaluación destrezas orales y escritas, es decir, no reducirlo todo a un test sino poder mostrar una idea, un argumento, capacidad de síntesis...

5. La primera corrección de Navarra y no del MEC. En el borrador se establece que el MEC será el primero que corrija las reválidas e Iribas pidió que sea la Administración educativa quien lo haga y dejar a la Alta Inspección del Ministerio en cada CCAA la posibilidad de otra revisión si es necesaria.