Detenido en Rumanía el sospechoso del asesinato de las dos chicas de Cuenca

MADRID. Sergio Morate y dos rumanos que le acompañaban fueron detenidos este jueves en Rumanía cuando preparaban la vivienda para ocultarse, por lo que la Policía intenta ahora averiguar si esos otros dos hombres tuvieron algo que ver en la muerte de las jóvenes conquenses Laura del Hoyo y Marina Okarynska.

Morate es el principal sospechoso del asesinato de las dos chicas, de 24 y 26 años, cuyos cadáveres fueron hallados este miércoles por un ciclista en el nacimiento del río Huécar, en las cercanías de la localidad conquense de Palomeras.

Al parecer, Morate salió de España por la frontera de Portbou, en Girona, y tuvo que hacerlo, según han señalado a Efe fuentes de la investigación, con su propio coche el mismo día en el que desaparecieron las chicas y supuestamente las asesinó, el jueves pasado.

De no ser así, hubiera sido detectado en los controles de los pasos fronterizos, toda vez que desde el primer momento la Policía centró en él sus sospechas y puso en marcha todos los dispositivos de localización.

Una huida que tenía ya planificada y con la que pudo contar con el apoyo en Rumanía de algún preso al que había conocido durante su estancia en la cárcel en España por el secuestro de una chica, un delito que advirtió a la Policía de la posibilidad de su implicación en la desaparición de Laura y Marina.

La Policía ha seguido el rastro de Morate y su paso por los distintas fronteras hasta dar con él en Rumanía.

Pero en su trayecto, tal y como había planificado, según las fuentes, no dejó ninguna señal, ya que en ningún momento ha utilizado teléfonos móviles ni usado tarjetas de crédito. Nada que estuviera a su nombre y que pudiera dar pistas a los investigadores.

Morate pudo asesinar a las jóvenes cuando se desplazaron a su domicilio para recoger efectos que allí había dejado Marina, con quien había tenido una relación sentimental.

El sospechoso había comprado cal, y restos de este material fueron hallados en los cadáveres, así como signos de quemaduras.

A falta de conocer los resultados de las autopsias, por el momento se desconoce cómo las asesinó, si bien en una primera inspección no se observó en los cuerpos signos de heridas de armas.

Las autoridades españolas están haciendo gestiones para que Morate sea entregado cuanto antes, mientras que la Policía investiga la implicación en los hechos de los dos rumanos o de uno de ellos.

Su captura era una prioridad para el Ministerio del Interior y las autoridades españolas habían emitido una Orden Europea de Detención y Entrega contra él. Desde el primer momento, subraya Interior, la Policía Nacional ha realizado una exhaustiva investigación con la intervención de numerosas unidades centrales del cuerpo, como agentes de la sección de Homicidios y Desaparecidos de la UDEV, de Policía Científica, de Guías Caninos y de los GEO, así como distintas brigadas provinciales de Cuenca, así como medios aéreos.

Morate llevaba desaparecido desde el pasado jueves 6 de agosto, el mismo día en que fueron vistas por última vez las dos jóvenes, que fueron a su casa a recoger las cosas que Marina -exnovia de Sergio- había dejado en ella.

Los investigadores trabajan con la hipótesis de que Sergio Morate había planificado con antelación y de forma exhaustiva el crimen, que pudo cometer el mismo día en que desaparecieron las jóvenes, el pasado jueves.

Así lo aseguran a Efe fuentes de la investigación, que han señalado que son muchos los indicios que apuntan en esa dirección, entre ellos el hecho de que Morate, exnovio de Marina, tuviera cal en su casa, algo que no es habitual.

Todo lo tenía "bien pensado y estudiado", han añadido las fuentes, incluida la huida a Rumanía, a donde pudo viajar en su propio coche.

Los investigadores ya han tomado declaración a un amigo de Morate, que se encuentra en prisión y que mantuvo una relación sentimental con una de las jóvenes fallecidas.

Morate también estuvo en la cárcel y sus padres, que tienen un negocio en Cuenca, conscientes de sus antecedentes, le estaban vigilando e intentando su reinserción y rehabilitación.

Tras el hallazgo de los cadáveres, la familia de Sergio Morate ha escrito un texto en el que le dicen que no solo asesinó a las jóvenes sino a su propia familia, y confían en que ojalá le localicen y encierren para que su "mente perturbada" pueda recuperarse y ser consciente de lo que ha hecho.