pamplona - La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra ha estimado el recurso presentado por un joven villavés, Aingeru Zudaire, contra el archivo de la diligencias abiertas por el pelotazo de goma que recibió en un ojo y ha ordenado que continúe la investigación para identificar el autor del disparo, uno de los agentes de Policía Nacional que participó en la carga para disuadir el mitin que se celebraba en aquella huelga general de 2012 en la que Zudaire quedó tuerto. Los hechos ocurrieron sobre las 13.15 horas del 26 de septiembre de 2012, en el transcurso de unos incidentes al término de una manifestación con motivo de una huelga general contra los recortes del Gobierno central.

Según el denunciante, a pesar de que él no tomaba parte en esos incidentes, recibió un impacto en el ojo derecho por la pelota disparada por un agente que incumplió el protocolo, ya que se encontraba a un distancia inferior a 30 metros y apuntó a la altura de la cabeza y no por debajo de la cadera. No pudo sin embargo identificar al agente que le disparó ni precisar con exactitud a qué distancia se encontraba, hechos que fueron utilizados por la otra parte para restar credibilidad a su declaración.

Sobreseída inicialmente la causa por el juzgado de Instrucción 2 y desestimado el recurso de reforma, Aingeru Zudaire, presentó un recurso en apelación ahora estimado para determinar la autoría del disparo y si existía responsabilidad penal, ya que niega que el policía pueda ampararse en el cumplimiento del deber o en la legítima defensa. El juez instructor consideraba que, al no ser capaz el denunciante de identificar al funcionario policial que lanzó la pelota, todo ello resultaba suficiente para archivar las diligencias, dado que si no existe un autor de los hechos investigados difícilmente podrá culminar con éxito la instrucción judicial.

Sin embargo, la solicitud del joven ha sido ahora admitida por la sala al tener en cuenta los partes médicos, la reconstrucción realizada por el juez instructor y las declaraciones de los testigos, que no permiten fijar la distancia a la que fue disparada el arma pero que apuntan a unos 14,7 y 15,1 metros, inferiores ambas a la que determina el protocolo citado, en concreto a la mitad de la distancia mínima. Incluso el propio instructor admitió que el pelotazo se produjo desde una distancia demasiado cercana.

El fallo tiene en cuenta además que no se puede concluir que no existan indicios de criminalidad porque la “tensión” con la que la víctima revive los hechos (sufrió un trastorno de estrés postraumático) le dificultan precisar con exactitud los metros desde el que recibió el pelotazo, y en este sentido destaca que sí recuerda el lugar donde él estaba y dónde estaban los policías. Rechaza además que sea razón para el archivo de la causa que el denunciante no pueda identificar al agente que disparó, y al respecto señala que los policías normalmente permanecen cubiertos en estas situaciones y si no fuera posible otro medio de identificación en ningún caso sería posible ésta.

Por último la resolución considera que para determinar si la actuación policial fue “adecuada y proporcionada”, o “negligente” o “dolosa”, hay que determinar “quién y en qué forma se realizó el disparo y cuál fue la actuación del lesionado”.

ASUNTO QUE ARRASTRA POLÉMICA No es la primera vez que este asunto salta a la luz por las discrepancias entre el juez instructor y la Audiencia, que ya en diciembre de 2014 corrigió el criterio del magistrado Fermín Otamendi, y le pidió que antes de que declarara el sobreseimiento de la causa, como había hecho, siguiera practicando diligencias de investigación. En aquella ocasión, Otamendi había archivado el asunto ya en junio e invitó a la víctima, el propio Zudaire, a que dirigiera su reclamación por las lesiones oculares sufridas contra los sindicatos convocantes de la huelga (ELA, LAB y ESK). La Audiencia ya refutó ese argumento.

hOY, ACTO EN VILLAVA Hoy mismo se convoca a una cadena humana en Villava a partir de las 17.00 horas en la plaza del Ayuntamiento reclamando Justicia para Aingeru, que culminará con una merienda popular. El acto lo respaldan numerosos colectivos. - E.C.