pamplona - El geólogo Antonio Aretxabala indicó ayer que sobre la situación del embalse de Yesa y las laderas “ha habido promesas basadas en datos erróneos de los parámetros geotécnicos” y que, por lo tanto, “la seguridad sigue siendo una promesa. Se han dado palos de ciego”.

En una sesión de trabajo a petición de EH Bildu, Aretxabala explicó un estudio que ha realizado sobre la evolución de las laderas del embalse de Yesa, subrayando que la ladera derecha es “inestable” y manifiesta “deslizamientos pequeños por doquier debido a esa inestabilidad”. Destacó que en Yesa las labores de estabilización “son culpables de la desestabilización y una de las razones de las que el presupuesto se haya multiplicado”. “La seguridad no ha estado tan comprometida como lo ha estado desde la catástrofe de 2013, que es irreversible, y se han empeorado las condiciones del terreno”, precisó.

Aretxabala señaló que las laderas “han sido trituradas por un chandrío” cometido por “no conocer la estructura y el terreno”, entre otros factores, y se preguntó por qué no se hizo el estudio geotécnico “desde el principio” y no después. El también profesor de Geomorfología y Geotécnica de la Universidad de Navarra incidió en que en este momento se ha “cuadriplicado el presupuesto y el factor de seguridad ha disminuido un 50 %”. Aretxabala destacó que en Yesa “no está parado el movimiento y los vecinos nunca regresarán a las casas ya que se les está indemnizando” y agregó que el recrecimiento “no puede ser la solución, aunque si aporta estabilidad geotécnica”. Indicó sobre el futuro que será “cada vez más costoso el mantenimiento de la seguridad y habrá que quitarlo a otros ámbitos para mantenerlo” por lo que es “cada vez más insostenible desde el punto de vista social”.

HABRÁ manifestación en madrid Por otro lado, los portavoces de la Asociación Yesa+NO, Iker Aramendi y Luis Mari Sola, abundaron en que la situación actual en el entorno de la ladera de Yesa sigue siendo “de inseguridad y la ladera derecha sigue deslizándose a mayor o menor velocidad depende del momento” y sostuvieron que tiene una relación “directa con el presupuesto, que se ha multiplicado ya por cuatro”.

El miembro de la Fundación Nueva Cultura del Agua, Pedro Arrojo, presentó tres líneas básicas: completar la modernización de los regadíos, la retirada de 8.000 hectáreas de baja productividad con indemnización y construcción de presas y balsas de regulación en tránsito dentro del sistema. Arrojo advirtió en su intervención de que aunque Yesa se recreciera y aportara mil hm3 más de agua, “no cabe más agua por el Canal”. “Este agua no se ha diseñado para el regadío, no por ninguna maldad, sino porque como reconocen los regantes la capacidad de agua está saturada. No cabe más por el Canal”, afirmó Arrojo. Por último, Yesa + No anunció su intención de manifestarse el próximo 2 de abril por las calles de Madrid para “pedir una solución digna a la obra del recrecimiento”. - Efe/E.C.