La importancia de decidir la alimentación para construir un mundo más justo y sostenible es una de las bases sobre las que se sienta la Escuela Tejiendo Solidaridad – Auzotik Mundura, una iniciativa de Mugarik Gabe Nafarroa, SOS Racismo, REASN y SETEM.
Dentro de sus actividades, desde hoy 28 al 30 de mayo visita Pamplona Eréndira Cano, etnobióloga e investigadora mexicana, presidenta de la Sociedad Latinoamericana de Etnobiología (SOLAE), que actualmente participa como invitada en el grupo de Investigación AHCISP (Antropología e Historia de la Construcción de Identidades Sociales y Políticas) de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Concretamente se impartirá una charla taller el día 28 en la Biblioteca de Navarra a las 18.00 horas con el titulo Recuperar y reproducir semillas tradicionales. El 29 de mayo en el huerto urbano del Casco Viejo ‘Piparrika‘ será presentación del recurso educativo a través del mural que hay en la pared del huerto para interpretar los mensajes que lanza en torno a la soberanía alimentaria y el 30 de mayo en Ermitagaña ofrecerá un taller sobre psico-corporalidad que tiene el objetivo de buscar la conexión de cómo se plasma en el cuerpo lo que acontece en la naturaleza y el entorno, recordándonos que somos parte de ella.
El día 29 la actividad será en la Plaza de Santa Ana a las 20.00 horas y el día 30 de nuevo en la biblioteca de Navarra a las 18.30.
Investigadora mexicana
Eréndira Cano desde la formación académica en ecología, recursos naturales y desarrollo rural, que luego ha enfocado en investigaciones en torno a cosmovisiones, espiritualidad y cultura maya, ha desarrollado trabajos sobre huertos familiares como sistemas productivos tradicionales que representan uno de los espacios más importantes en la transmisión y generación de conocimientos en América Latina.
Eso se enmarca “dentro de la propuesta de la soberanía alimentaria como ejercicio político de autodeterminación y autoabastecimiento de alimentos sanos para las personas y el ambiente; abarca la libertad de colectivos, familias e individuos para elegir sus alimentos y las formas de producirlos e intercambiarlos, además de que legitimiza el derecho al acceso a alimentos sanos y a no utilización de políticas neoliberales”, indican desde la organización en una nota.
Destaca también su trabajo fuera de la academia en procesos de educación popular, con temas de permacultura, territorio y bioculturalidad; procesos de recuperación de semillas, organizando ferias de intercambio, reforzando las constelaciones comunitarias a partir de las semillas vistas como identidad de los pueblos; acompañamientos a compañeras defensoras y movimientos en Chiapas y Guatemala.
“Desde su experiencia en el terreno además nos alerta de la compleja situación que se vive en la región, donde se entremezcla el narcotráfico-crimen organizado, el monocultivo de palma, los hostigamientos al movimiento indígena y la desaparición de mujeres con el aumento de casos de feminicidio”, concluyen.