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Un acusado de agresión sexual en San Fermín cree que fue "malinterpretado"

Un acusado de agresión sexual en San Fermín cree que fue "malinterpretado"Archivo

PAMPLONA. Un acusado de agredir sexualmente a una mujer los pasados sanfermines, aprovechando que esta tenía un problema de artritis, ha asegurado hoy en el juicio que solo trataba de "ayudarla" y que su gesto pudo haber sido "malinterpretado".

Según la fiscalía, sobre las 06:00 horas del 12 de julio la víctima esperaba "sola" y "tumbada en el suelo" una ambulancia que ella misma había llamado, porque "apenas se podía mover", circunstancia que "aprovechó" el procesado, quien "se abalanzó sobre ella y sin su consentimiento y con ánimo libidinoso le tocó los pechos, huyendo del lugar cuando llegaba la ambulancia".

Retenido por uno de los voluntarios de la DYA, esta mañana ha asegurado que no tocó ningún pecho a la mujer y, a preguntas del fiscal, ha señalado que "puede ser" que la víctima "malinterpretara" el gesto de intentar "cogerla por los sobacos para incorporarla".

"Estaba en una posición antinatural, me acerqué a ella y, como no me contestó, intenté ayudarla", ha asegurado, y añadido que cuando la mujer le dijo "déjame en paz" pensó que "era algo de alcohol" o "una borrachera" y "no se metió más".

"Solo le cogí de las axilas", ha reiterado, mientras que la mujer ha contado que notó que alguien se le "echó encima", la "tiró al suelo" y la empezó a "sobar" y "toquitear fuerte".

"La ambulancia me salvó la vida, no sé lo que me hubiera hecho esa persona. Empezó a tocarme los pechos, pero no sé cómo hubiera seguido", ha indicado, y ha negado rotundamente que el hombre intentara ayudarla en ningún momento sino que únicamente fue a agredirla.

Aunque la Fiscalía ha mantenido la petición de 18 meses de cárcel, ha modificado la calificación inicial de "abuso" por la de "agresión sexual", debido al uso de la fuerza, mientas que la acusación particular ha pedido 5 años de prisión por los agravantes de nocturnidad y la situación enfermedad de la víctima.

Además, tanto el Ministerio Público como la acusación particular piden una indemnización de 3.000 euros para la mujer por daños morales.

Esta última ha subrayado que el procesado, "en vez de quedarse a ayudar, lo hizo con nocturnidad y abuso de superioridad", y ha destacado "la violencia que se utilizó".

Por el contrario, la defensa ha pedido para su patrocinado la absolución porque "en ningún momento" abordó a la mujer de forma libidinosa, además de que ésta "no puede acreditar sin lugar a dudas los hechos que denuncia", por lo que pudo haber "malinterpretado" las intenciones del acusado.