luzaide - A pesar de la lluvia y del frío, los vecinos del Pirineo pasaron la noche de ayer en vela para clamar por el euskera y participar en la vigésima edición de la Korrika. La cuarta jornada se inició pasada la medianoche en Isaba y continuó por Otsagabia hasta llegar a las 04.23 horas al punto más alto, Erremendía, donde, como ya es tradición, se brindó con champán.
Siguiendo por la carretera nacional, la Korrika transcurrió por el valle de Aezkoa, donde los ayuntamientos y otros establecimientos de la zona cogieron el lekuko bajo la incesante lluvia que en algunos puntos se convirtió en nieve.
A las 07.11 horas, una emotiva entrada a Aurizberri/Espinal daba la bienvenida al amanecer y fueron los alumnos de la escuela de la localidad quienes portaron el lekuko. Con una gran afluencia, la Korrika volvió a salir del pueblo en dirección a Auritz/Burguete, aunque fueron muchos los que prefirieron quedarse y entrar en calor tomando, a invitación del Restaurante Haizea, una taza de chocolate caliente.
De camino a Orreaga-Roncesvalles, el tiempo fue amainando y se dejaron ver caras de otros valles y concejos donde no ha pasado la carrera en esta 20ª edición. Es el caso de varios pueblos del valle de Erro, Orotz-Betelu y los valles de Esteribar y Artzibar. Junto con otros korrikalaris, continuaron por el puerto de Luzaide/Valcarlos, ante la mirada atónita de peregrinos que realizaban el Camino de Santiago.
A las 09.40, la Korrika entraba con ganas por el pueblo de Luzaide, que corrió en multitud. Hay quienes incluso se atrevieron a realizar un divertido mannequin challenge en la calle principal del pueblo.
Despidiendo la localidad fronteriza, la Korrika dejó a un lado el Pirineo y se adentró en torno a las 10 de la mañana en Iparralde por la localidad de Arnegi. Uno de los puntos más álgidos fue la entrada multitudinaria a la primera capital, Donibane-Garazi. Cientos de personas reivindicaron y quisieron dar un impulso al euskera con su presencia. A las 12.12 horas, Udalbiltza cogía el testigo en el kilómetro 668 que posteriormente relevó en Ortzaize Euskal Elkargoa, siendo el presidente de la Mancomunidad Única de Iparralde, Jean-René Etchegaray, quien cogiera el testigo.
Tras pasar Bidarrai, Kanbo y Ustaritze, ya por la tarde la korrika llegó de forma multitudinaria a Baiona, donde Etchegaray volvió a llevar el lekuko y a Biarritz. Finalmente, el día terminó en Azkaine.
Desde Pirinioetako AEK se mostraban ayer muy satisfechos con la afluencia de este año, ya que han tomado parte muchos colectivos, ayuntamientos y empresas de la zona. “Ha sido muy participativa y prácticamente hemos vendido todos los kilómetros”, expresaron.
De la lluvia al sol. Si bien en el valle de Salazar y Aezkoa vivieron una jornada marcada por las precipitaciones, al llegar a Luzaide el tiempo fue escampando y el sol se hizo notar en Baja Navarra.
Peregrinos. A los peregrinos que ayer hacían el Camino de Santiago les pilló por sorpresa la llegada de la Korrika en su camino de Luzaide a Roncesvalles.
‘Mannequin challenge’. A su paso por Luzaide/Valcarlos, una veintena de adultos y niños pusieron la nota de humor realizando un divertido ‘mannequin challenge’ en la calle principal.
Tercer ‘lekuko’. El presidente de la Mancomunidad Única de Iparralde, Jean-René Etchegaray, portó ayer en Baiona, como alcalde, su tercer ‘lekuko’ en esta vigésima edición.
pirinioetako aek “Ha sido muy participativo y prácticamente hemos vendido todos los kilómetros” Los responsables de la Korrika en el Pirineo destacaron la alta participación y apoyo de los ayuntamientos, empresas y colectivos de la zona.