Tres de cada cuatro familias navarras saldrán de vacaciones este verano, según un cálculo de la Asociación de Consumidores de Navarra Irache.
Los últimos datos de estadística de Navarra indican que en años anteriores los hogares que iban de vacaciones superaban el 70% y las previsiones para este año apuntan a un aumento de viajes, que algún estudio sitúa en el 80%, señala Irache en un comunicado.
Una encuesta de Irache indica que el 11% de las personas han realizado alguna reclamación por problemas durante sus vacaciones, el porcentaje más alto en los últimos doce años. En este sentido, la asociación recomienda dejar constancia en el momento de cualquier contratiempo para asesorarse y realizar posteriormente una reclamación más elaborada, si es necesario.
El tipo de reclamaciones más habituales, el 70%, vienen por desacuerdos con el alojamiento o transporte. Las quejas por el alojamiento, ya sea el hotel, el apartamento o el camping, representan un 35% del total.
Muchas de las reclamaciones tienen que ver con que la imagen del establecimiento y las expectativas que ha creado el propietario no se corresponden con la realidad. Así, suelen darse quejas porque el gimnasio del hotel son apenas cuatro máquinas, porque la piscina del camping es mucho más pequeña que lo publicitado y con un horario muy restringido o porque el apartamento no tiene aire acondicionado, por ejemplo.
Para evitar situaciones de este tipo, Irache recomienda conseguir que la reserva por escrito incluya, más allá de expresiones ambiguas, como 'apartamento amplio, cercano al mar o totalmente equipado', datos concretos del alojamiento: número de habitaciones, distancia precisa a la playa, años de antigüedad, que enumere los servicios que ofrece el hotel o camping, metros cuadrados del apartamento, electrodomésticos con los que cuenta o si tiene o no aire acondicionado.
La asociación destaca que siempre debe quedar clara la identidad de la empresa o el propietario, si es particular, y especialmente en este último caso conviene no pagar por adelantado o la menor cantidad posible. Cualquier adelanto debe estar debidamente justificado y documentado.
Si, aun así, el consumidor se encuentra con que el alojamiento no es lo prometido, lo mejor es comunicarlo por escrito cuanto antes, para solicitar un alojamiento en las condiciones pactadas o, en su defecto, una posterior compensación. Además, conviene atestiguar el problema con documentos o fotografías, que posteriormente se podrán utilizar para hacer una reclamación más elaborada.
El otro motivo de queja más habitual, otro 35%, es el transporte, sobre todo el retraso en los vuelos. En los que salen de la Unión Europea o llegan a la UE -en este último caso el transportista debe ser europeo y el país de salida no contemplar compensaciones-, si el retraso supera las tres horas, además de ofrecer comida y refrescos, la compañía deberá pagar indemnizaciones de entre 250, 400 o 600 euros por pasajero, en función de la distancia del vuelo.
Además, en ocasiones los retrasos suponen la pérdida de otro avión o de una noche de hotel, por ejemplo, perjuicios que se reclaman igualmente, si bien las compañías son más reticentes a compensarlos.
El otro gran problema de los vuelos, indica Irache, son las pérdidas, daños o retrasos de las maletas. Lo más importante es interponer un Parte de Irregularidad de Equipaje en el puesto de la compañía en el mismo aeropuerto.