PAMPLONA - La tensa relación que arrastraban Pedro María López Pastor y Eneko Echamendi acabó violentamente la noche del domingo cuando ambos se enfrentaron en plena calle sin mediar palabra alguna. “Peio vio salir del portal a Eneko y se fue corriendo a por él, a pegarle. Pero Eneko sacó un cuchillo y se lo clavó en el pecho”, señaló ayer uno de los testigos presenciales del crimen que prestó declaración ante la Policía Municipal de Pamplona.

Momentos antes de la agresión, la propia víctima comentó con un vecino de la misma calle que la tensión entre ambos estaba a punto de explotar. “Decía que iba a pegarle cuatro tortas, que le iba a arrancar las gafas a Eneko, que era un chivato. Así que al verle salir a la calle, Peio se levantó como una bala y se fue corriendo a por él con la intención de pegarle”.

Sin embargo, la reacción del anterior fue acuchillarle muy cerca del corazón. “Fue muy rápido. Sacó el cuchillo y se lo clavó. Que me ha pinchado, que me ha pinchado, gritó Peio y anduvo unos segundos, cruzó la calle y se apoyó en un coche que había aparcado”.

Las personas que presenciaron la agresión con arma blanca intentaron auxiliar al hombre herido. “Le pusimos unas servilletas en la herida, pero desde el principio veía imposible que saliera. Aún respiraba, pero estaba muy mal. Después llamamos al 112 y pedimos una ambulancia, que vino rápidamente y se lo llevó al poco rato al hospital”.

Mientras tanto, nada más cometer la agresión el autor del crimen se introdujo en el portal y subió a la pensión ubicada en la tercera planta, en la que llevaba tiempo alojado. “Eneko no dijo nada. Subió a su habitación y se puso a ver la televisión mientras esperaba a que llegara la Policía para detenerlo”. - J.M.S.