pamplona - Un vecino de Alsasua de 36 años para quien la Fiscalía reclama 9 años de prisión por un delito de agresión sexual cometido en los baños de un bar de Alsasua durante la celebración de las Quintadas por Santa Águeda, en febrero de 2016, negó ayer en el juicio que arrancó en la Sección Primera de la Audiencia haber agredido sexualmente a la denunciante, a la que conocía de vista.

El hombre sí reconoció ayer por vez primera que coincidió con la víctima en el baño y que allí se insinuaron para mantener una relación. “No lo había dicho antes porque tenía un bloqueo tremendo el día de mi arresto. Tengo familia y me acusaban de algo tan grave que no entraba en mi cabeza”, alegó. Y siguió: “A ella no la había visto en toda la noche. En el baño fue la primera vez. Estaba orinando y ella abrió la puerta. Ni la toqué, ni la desnudé, ni la agredí. Empezamos a tontear. Nos sentamos en la taza del baño, empezamos un rollo, pero no hubo más, no hubo ninguna relación. Le dije que la íbamos a liar, que teníamos que parar e irnos porque era una tontería eso. Ella orinó, se levantó y se fue. Se trató de un tonteo de dos personas que no salen al 100%, no hubo un juego sexual desnudos”. Al procesado se le preguntó entonces si entendía por qué le había denunciado: “No se lo que hizo durante la noche pero esto fue como una escapatoria que se le ha ido de las manos”, respondió el encausado, que recordó que su vida se ha convertido en un calvario desde los hechos y ha tenido incluso que cambiar su rutina laboral para no cruzarse con la denunciante, “a la que veo más que nunca” y sobre la que tiene una orden de alejamiento.

EN TERAPIA Ella también relató que vive un infierno de rumorología, que ha sufrido provocaciones de la otra parte, que continúa en terapia y ha tenido que dejar su trabajo. La mujer, que dijo que había bebido pero que era consciente de todo y que presentaba una marca en el antebrazo y un moratón en la frente, declaró que la denuncia solo le había granjeado problemas. “Lo he perdido todo. No tiene sentido que me invente unos hechos que me han fastidiado la vida”, cuestionó, al tiempo que recordó que al principio “no quería denunciar por miedo a que no me creyeran y por vergüenza”. La joven denunció los hechos la noche siguiente, tras haber confesado a su novio en casa que “la habían violado”. La víctima afirma que en el bañó había sido agredida sexualmente y forzada con violencia en dos actos. Su relato es diametralmente opuesto al del acusado. “No me dio tiempo ni a cerrar la puerta del baño cuando él vino. Puso el pestillo y empezó a tocarme. Luego me quitó la ropa y me agredió. Yo le decía que no quería e intentaba quitármelo de encima, pero no podía porque bloqueaba la puerta. Al salir del baño fui llorando con un amigo (con el que una hora después mantuvo una relación) y le dije que un hombre no me dejaba salir del baño. Luego nos fuimos a la calle y, tras pasar lo que pasó, me fui a casa”.

Varias testigos declararon ayer que vieron salir del baño a la víctima y, un rato después, al acusado. A ella la recuerdan “perjudicada”, con la cara “desencajada” y “bastante borracha. Un chico con el que estaba en el bar la había tenido que agarrar momentos antes para que no se cayera”, declaró una testigo, que también refirió que el acusado estuvo bailando en la pista “con una chica que no lograba quitárselo de encima”. Otro joven dijo que le sorprendió el hecho de verla llorando cuando “siempre está sonriente” se acercó y le preguntó si le ocurría algo, y ella le dijo que no era nada.

El amigo que la acompañaba manifestó que le extrañó un poco que “tardara en regresar del servicio” y que volvió “nerviosa y llorando. Había estado con un chico que no la dejaba salir y que se había sentido muy mal y acosada. Estuvimos un rato en el bar y luego salimos a la calle”, afirmó este testigo de la acusación. “No le vi ningún golpe”, añadió, pero cuando me llamó la Guardia Civil por una denuncia de una violación “me sorprendió, porque cuando salió del baño no supe lo grave que era, no me lo dijo”. Los agentes le dieron credibilidad a la denuncia y vieron “muy nerviosa y compungida” a la víctima. - E.C.

tuvo una relación una hora después

“Nunca lo entenderé, pero lo hice para borrar”. La denunciante de los hechos de Alsasua declaró en el juicio, tal y como ya había reconocido en instrucción y ante la Guardia Civil, que después del episodio de violación que denuncia en el baño, se marchó con un amigo que la acompañaba y mantuvo con él relaciones sexuales en la calle con pleno consentimiento. La chica afirmó que aún, a día de hoy, “no entiendo por qué tuve esas relaciones ni creo que lo vaya a entender nunca. Llevo año y medio en terapia y tal vez algo de lo que me han explicado es que lo hice porque era una manera de borrar lo que había ocurrido”. El amigo, testigo en el juicio, afirmó que no sabía lo que había ocurrido dentro del baño y que después, en la calle, “traté de tranquilizarla, nos quedamos semidormidos y luego se nos fue la cabeza”.