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“Gurs fue el destino de miles de vascos que se tuvieron que exiliar tras la guerra”

Josu Chueca conoce lo que significó el campo de Gurs para quienes huyeron de Euskadi tras la Guerra Civil, personas que el día 30 recibirán un homenaje

“Gurs fue el destino de miles de vascos que se tuvieron que exiliar tras la guerra”Foto: José Mari Martínez

pamplona - El profesor de la UPV/EHU Josu Chueca es un gran conocedor de lo que significó Gurs. En 2007 publicó un libro sobre este campo de acogida galo y, sobre todo, incluyó la relación de los republicanos vasco navarros.

El campo de Gurs es llamado el Campo de los vascos...

-Se llama o le hemos llamado el Campo de los vascos porque cuando se abre en abril de 1939, los propios franceses, la Administración francesa, distinguía entre cuatro colectivos y uno era Le camp de basques. Utilizando las fichas, sabemos por nombres y apellidos -y no es ninguna fábula ni ninguna leyenda que se infla- que 6.089 vascos entraron en Gurs en abril de 1939, fue el destino de miles de vascos que se tuvieron que exiliar tras la guerra.

¿Cómo llegaron a Gurs?

-Casi todos ellos hicieron la guerra en el frente del norte, en el País Vasco. Algunos habían sido detenidos en Santoña, pero después son canjeados en el 38, lo que hace que vuelvan a combatir en Catalunya o Aragón y por eso salen huidos en el 39. Así, muchos de ellos hicieron dos salidas, una al caer el frente del norte en el 37 y otra en el 39. Luego hay un colectivo importante de gente que al empezar la guerra le pilló en el bando franquista. Y ese es el caso de muchos navarros que se pasaron al bando republicano.

¿Qué control tenía el Gobierno vasco de Gurs?

-Una de las razones por las que surge el campo de Gurs es porque el Gobierno vasco está en el exilio desde 1937 y tiene una organización en el exilio y para el exilio. Cosa que no tenía el Gobierno de la República que no salió hasta el 39 o la propia Generalitat, que no salió hasta que perdieron Catalunya. El Gobierno vasco es, dentro de las instituciones republicanas, quien más organización tiene. En cuanto se da un movimiento de exilio ya definitivo, lo primero que hace el Gobierno vasco es mandar una comisión a Perpignan para agrupar a los vascos que están en el exilio y en la medida de lo posible establecer una red de ayuda con medicinas, mantas y cosas así, lo que favorece que muchos compongan el núcleo que irá a Gurs.

Hablamos de un campo de refugiados donde, en principio, no estaban presos.

-Los vascos de Gurs solo podían salir en dirección a España, salir por tener un trabajo en Francia o salir a un tercer país como México. Tenían que estar en el campo, pero no como presos, porque no fueron juzgados y sancionados, y no tenían ninguna sentencia en contra. Pero sí estaban en cautividad y vigilados. Así que muchos de los que decidieron volver fueron internados en el campo de concentración de Miranda o mandados a batallones de trabajadores.

¿Cómo fue cambiando el campo de Gurs a medida que avanzaba la Segunda Guerra Mundial?

-El Gobierno francés pensaba que era algo provisional, para unos pocos meses. Lo que no contaban es que si la guerra española terminó en abril del 39, en septiembre de ese mismo año comenzaba otro conflicto. Además en julio del 40 Francia había perdido ya ante los nazis que ocupan todo el territorio hasta Hendaia. En ese contexto, estos campos que estaban casi vaciados de españoles, continuaron siendo utilizados por las autoridades francesas. El campo de Gurs fue siempre gestionado por las autoridades francesas, primero por las de la República y después por el régimen de Vichy, de Pétain. Así, Gurs se utiliza para meter allí lo que, hasta el régimen denomina a nivel administrativo, como indeseables. Se trataba especialmente de judíos, antinazis, comunistas, izquierdistas, españoles que consideraban en situación irregular, entre ellos los vascos. En 1940 hay una redada en Baiona en la que detuvieron a 800 vascos que trasladaron a Gurs.

Auschwitz, Treblinka, Mauthausen... Son campos de la muerte, connotación que no tiene Gurs.

-Es que Gurs no fue un campo de exterminio como Auschwitz, ni es un campo duro de trabajo donde muere muchísima gente como Mauthausen. Tampoco fue, como le llamaban las autoridades, un campo de acogida. Sí es verdad que a partir de 1942 se inserta en esa cadena de campos de donde sale gente para ser llevada al exterminio en campos como Auschwitz. La mortandad del 39 al 45 es muy importante.

¿Hubo muchos vascos muertos?

-Se contabilizaron 1.100 muertos y la mayor parte es gente deportada de diferentes lugares de Francia. Hay mujeres y también niños. En el caso de los vascos y españoles diríamos que sobre los 1.100 muertos, llegaría a un centenar. Llamarle campo de acogida, que era su nombre oficial, es un sarcasmo. Los que allí están lo definen como campo de concentración. No tienen libertad para salir, ni libertad de movimiento, la comida es mala y las condiciones son duras.

Actos como los del día 30, ¿son importantes?, ¿enseñan?

-Es importante por el calado institucional y porque transmiten un eco a la sociedad importante para que se conozcan las cosas. Las alambradas del campo de Gurs son las alambradas que cierran a los refugiados. Ya sea la valla de Melilla o la de Ceuta. Los vascos que estuvieron en el campo de Gurs son los que ahora intentan entrar en Europa y nosotros no hacemos más que ponerles vallas o disparar con pelotas de goma cuando se están ahogando en el mar.