Prisión sin fianza para el asesino de Diana Quer, que niega haberla violado
La juez teme que destruya pruebas mientras Abuín dice haber desvelado dónde estaba el cuerpo para “mitigar el dolor familiar”
pamplona - José Enrique Abuín, El Chicle, detenido por la muerte de la joven Diana Quer, ingresó ayer en la cárcel coruñesa de Teixeiro después de que la jueza decretara para él prisión provisional incomunicada y sin fianza como sospechoso de homicidio doloso, entre otros delitos, después de que el único arrestado se acogiera a su derecho a no declarar, tras pasar a disposición judicial.
Abuín fue detenido el pasado viernes y el domingo condujo a la Guardia Civil a la nave donde se encontraba oculto el cuerpo de la desaparecida. La jueza lo acusa de haber acabado con la vida de la joven madrileña y, además, de haber tratado de raptar a otra chica el pasado día 25 en la localidad vecina de Boiro. La detención del conocido por el alias de El Chicle fue posible precisamente gracias a las investigaciones de la Guardia Civil a raíz de ese presunto intento de secuestro, y dado que figuraba en la lista de sospechosos por la desaparición de Diana Quer.
Durante el proceso de investigación de lo ocurrido a la joven madrileña fue determinante el testimonio de la mujer de Abuín, que relató a los agentes que su marido no estuvo con ella la noche de la desaparición, en contra de lo que había dicho meses antes, lo que sirvió de coartada al Chicle.
En su resolución, la magistrada señala que se investiga a Abuín Gey por un delito de detención ilegal y otro de homicidio doloso, sin descartar que el avance de las pesquisas pueda permitir otras calificaciones más graves, como la de asesinato. El escrito, asimismo, lo considera sospechoso, en relación a los sucesos del 25 de diciembre, de cometer los delitos de detención ilegal, en grado de tentativa; y robo con violencia e intimidación, también en grado de tentativa.
La jueza deja abierta la posibilidad de nuevas imputaciones porque, según recalca, los indicios advierten ya en este momento de la investigación “de que la finalidad del investigado pudo haber sido la de atentar contra la integridad sexual o contra la vida de la víctima”. Fuentes judiciales han apuntaron que la causa de la muerte de Quer, cuya autopsia se practica en el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), sigue bajo estudio, toda vez que no se han hallado signos de violencia pero sí “indicios claros de criminalidad”, de los que no se ofrecieron detalles.
La jueza acordó el ingreso en prisión de “el Chicle” al entender que existe riesgo de fuga y de reiteración delictiva, así como para evitar la ocultación, alteración o destrucción de pruebas. Al hombre, casado y padre de una niña, le constan antecedentes judiciales contra la seguridad vial y de narcotráfico -fue condenado en primera instancia en una operación antidroga realizada contra el clan de Os Fanchos-. La incomunicación se adoptó a petición de la Fiscalía, que apreció elevado riesgo de destrucción de fuentes de prueba por parte del investigado y, en particular, de que éste pretenda tener influencia en la declaración de los testigos de los hechos.
Tras conocerse la decisión de la jueza, el abogado del detenido, José Ramón Sierra, negó que su cliente haya confesado a la Guardia Civil haber cometido un homicidio doloso o un asesinato. El letrado ha indicado a la prensa congregada ante el juzgado que su defendido, que se encuentra “psicológicamente afectado”, “en ningún momento” se ha presentado como culpable de estos delitos ante los investigadores de Diana Quer, cuyo rastro se perdió hace 16 meses en la localidad vecina de A Pobra, donde veraneaba.
También descartó la existencia de un “solo indicio” en la causa ligado a “cualquier tipo de delito de carácter sexual o a un estrangulamiento, en alusión a informaciones publicadas por varios medios que apuntaban que reconoció ante la Guardia Civil haber intentado violar y después haber asfixiado a la joven. El abogado destacó, asimismo, que la colaboración de su cliente en la investigación facilitó el hallazgo del cuerpo de Quer, “mitigando el sufrimiento de la familia”.
La autopsia, con los restos deteriorados por el paso del tiempo, y las pruebas de ADN deberán determinarán si el detenido, como creen los investigadores, actuó solo para secuestrar a Diana Quer, maniatarla y arrojarla al pozo de esta nave, situada a escasos 200 metros de la casa de los padres del sospechoso. Según explicó fuentes de la investigación, en su intervención, El Chicle usó como coartada que atropelló con su coche a la joven madrileña, pero la Guardia Civil no le da credibilidad. La autopsia determinará asimismo si hubo o no violación. - D.N.
Las tres claves de la caza y captura de un asesino
Pruebas.
Tras la desaparición de Diana Quer, la Guardia Civil cerró el círculo de la investigación con la confesión de José Enrique Abuín. El Chicle se vio acorralado en estos días por los numerosos indicios y llevó a los agentes al lugar exacto donde ocultó el cuerpo, en un pozo de una fábrica abandonada en los alrededores de su casa en Rianxo, al sur de la provincia de A Coruña. Desde su detención, tres han sido las pruebas clave para su caída:
Un intento de secuestro. El Chicle ha sido el principal sospechoso de la desaparición de la joven madrileña desde el principio de la investigación hace ahora 16 meses. Sin embargo, durante todo este tiempo nunca ha habido ningún indicio sólido para detenerle. Según fuentes del operativo, la única esperanza que tenían era que volviese a actuar de la misma forma que lo hizo con Diana y así fue a principios de esta semana cuando intentó secuestrar a una joven de Boiro e introducirla en su vehículo. La denuncia de la joven ha sido la clave para la detención. Ante la Guardia Civil esta joven gallega confesó que una persona había intentado robarle el móvil y que después le había intentado acuchillar e introducirle en un maletero de un vehículo. Ante los gritos de la joven los vecinos propiciaron que el presunto autor del rapto escapase pero pudieron tomar el número de su matrícula que acabó en manos de la Guardia Civil.
Su mujer cambia de versión. Según fuentes policiales de la investigación, la declaración este sábado de su mujer ha sido clave para que confesara José Enrique Abuín. El sábado cambió la versión que dio la noche en la que desapareció Diana Quer. Rosario Rodríguez siempre había asegurado que su marido había estado esa noche en casa con ella, pero ayer desmontó esa coartada y confesó ante los agentes de la Benemérita que su marido no estuvo en casa, que había salido y que ella no le acompañó.
Un móvil. José Enrique Abuín Gey tenía antecedentes por tráfico de drogas y agresión sexual. Las piezas comenzaron a encajar con el posicionamiento de un móvil hasta ahora desvinculado del sospechoso. Después de interrogar a 200 personas, comprobar centenares de matrículas y cruzar con centenares de teléfonos, este móvil ha sido clave para señalar de forma sólida al detenido.
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