Pamplona - La Comunidad Foral experimentó el pasado año un aumento en más de 2.000 personas su población extranjera tras varios años de descenso en la inmigración. Una realidad que, según los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística y el propio Gobierno foral, se relaciona directamente con el descenso del paro. En el primer semestre del año 2017, en el que descendió el paro, el saldo migratorio fue de 1.274 personas, un 34% inferior al semestre anterior, justo antes de la aprobación de la Renta Garantizada que sustituyó a la antigua Renta de Integración Social (RIS). Así, no se observa una correlación con la implantación de la Renta Garantizada, eliminándose la hipótesis de que se haya producido un efecto llamada por la mejora de las ayudas sociales implantadas por el actual Gobierno.
La gráfica del paro y la inmigración en Navarra muestran que la mejora de las cifras de paro y la perspectiva de conseguir un trabajo vienen precedidas en un corto periodo de tiempo de un aumento de la llegada de personas extranjeras, revirtiéndose esta tendencia cuando la situación del mercado laboral empeora. Según la última Encuesta de Población Activa, referente al tercer trimestre del 2017, Navarra registra una tasa de paro del 10,25% tras cuatro años consecutivos de descenso, estableciéndose el valor más elevado en el 2013, con un 17,93% tras un constante incremento desde que comenzase la crisis en el 2008. Esta mejora de la situación del empleo en el 2017 se corresponde también con un incremento ese mismo año de la población extranjera de 2.119 personas, dibujándose una tendencia positiva desde que en 2014 se perdieses 3.669 extranjeros en un año. Pese a la actual mejoría, aún nos encontramos muy lejos delos datos del 2008, cuando se registró un incremento de casi 12.000 personas con respecto al 2007.
El aumento de la inmigración no es solo positivo, sino necesario para una Navarra cuya población está cada vez más envejecida. De hecho, debido al descenso del saldo migratorio, la Comunidad Foral llegó a reducir su población entre los años 2013 y 2015, periodo en el que se perdieron más de 4.000 personas.
El aumento de la población extranjera no es algo exclusivo de la Comunidad Foral, sino que se reproduce en le resto del Estado. De hecho, con una tasa de inmigración procedente del extranjero del 8,13 por cada mil habitantes en 2016, la Comunidad Foral se encuentra por encima de la media estatal de 8,9. Lo mismo se desprende de los últimos datos disponibles, referentes al primer semestre del 2017, con una tasa del 4,48 en Navarra y del 5,09 en el conjunto del país.
Ayudas sociales En una rueda de prensa celebrada a finales del pasado mes, el director de Cáritas, Ángel Iriarte, indicó que en su entidad se observa una tendencia de descenso de los atendidos nacionales y un aumento de los extranjeros, en especial de los que se encuentran en situación irregular. Preguntado por los periodistas, consideró la posibilidad de que esto respondiese a un efecto llamada por la mejora de las ayudas sociales, mencionando directamente a la Renta Garantizada.
Los datos de receptores aportados por la vicepresidencia de Derechos Sociales, sin embargo, muestran una realidad diferente. En el 2017, el primer año tras la aprobación de la Renta Garantizada, el porcentaje de solicitudes para esta prestación recibidas por parte de familias con menos de un año de empadronamiento fue del 9,64%, una cifra ligeramente inferior al 10,96% registrado un año antes.
Es relevante también el echo de que en Navarra el incremento de la inversión social en la Renta Garantizada en 2017 fue el menor de los últimos cinco años, algo especialmente reseñable teniendo en cuenta el aumento de las cuantías.
La Comunidad Foral cuenta, junto con la Comunidad Autónoma Vasca, con el mejor sistema de Renta Garantizada del Estado y con las tasas de paro más bajas, pero esto no se traduce en que estos dos territorios cuenten también con la mayor tasa de inmigración desde el extranjero. Así, en 2016, Navarra se situaba en sexto lugar en cuanto a su inmigración de origen extranjero con una tasa bruta del 8,13 por cada mil habitantes, mientras que la CAV estaba en el décimo lugar con una tasa del 6,53. Datos que distan de comunidades con mayor paro como las Islas Baleares, con una tasa del 13,23, Madrid, con un 13,19, o Catalunya, con un 12,66. En primer lugar y con una de las mayores tasas de desempleo (26,06%) se encuentran las Islas Canarias, aunque este caso no es comparable con el resto de comunidades ya que, por su cercanía con el continente africano, funcionan como puerta de entrada a Europa.