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Los pediatras cuentan ya con un protocolo para detectar el trastorno del espectro del autismo en niños

El objetivo es que todos los menores con sospecha estén diagnosticados antes de los 3 años

Los pediatras cuentan ya con un protocolo para detectar el trastorno del espectro del autismo en niños

pamplona - Un total de 75 pediatras de la Comunidad Foral han conocido, de la mano de sus redactores, el nuevo protocolo para la detección, diagnóstico e intervención de niños y niñas con sospecha de trastorno del espectro del autismo (TEA) de 0 a 3 años con el fin de “poderlo aplicar en nuestras consultas”, explicó ayer el presidente de la Asociación Navarra de Pediatría (Anpe), Ignacio Iribarren. La vigésima edición de las Jornadas de Pediatría de Atención Primaria, que organizó esta asociación el pasado lunes y ayer en Pamplona, se centraron en su primera sesión en esta patología desde una perspectiva multidisciplinar. No obstante, el pediatra tiene un papel muy importante de cara a activar este proceso, junto con las familias y los profesionales que trabajan en las escuelas infantiles, si detectan un retraso madurativo, en el lenguaje o en la comunicación social.

Así, presentaron este protocolo Ana Guinea, psiquiatra del Centro de Salud Mental Infanto Juvenil de Navarra; Sergio Aguilera, neuropediatra del Complejo Hospitalario; Joxean Villanueva, orientador escolar del Centro de Recursos de Educación Especial de Navarra; y Asunción Monje, del Centro de Atención Temprana. Y es que en este proyecto han trabajado conjuntamente los departamentos de Derechos Sociales, Educación y Salud.

Sergio Aguilera, por su parte, explicó que desde 2015 hasta diciembre de 2016 un grupo técnico con profesionales de Neuropediatría, de Atención Temprana, de Salud Mental Infanto Juvenil y del CREENA, elaboró el protocolo o flujograma, que “lo que hace es asegurar que va a haber una detección lo más temprana posible. Nuestro objetivo es que todos los niños con sospecha de autismo estén diagnosticados antes de los 3 años, antes de la escolarización infantil, para aprovechar ese periodo más sensible de respuesta a la intervención temprana que la evidencia científica nos aporta”.

Este protocolo, indicó, describe “qué signos de alerta hay para hacer la derivación al pediatra de cabecera”, quien aplica una serie de cuestionarios y, si según esa valoración, “pasa un punto de corte de riesgo de TEA” se deriva simultáneamente al Centro de Atención Temprana, para iniciar la intervención, así como a Neuropediatría, para el diagnóstico”. Aguilera destacó que esta derivación simultánea “es uno de los puntos más importantes” del proceso, porque “no podemos esperar al diagnóstico”, ya que éste “se puede demorar muchos meses” al requerir una evolución del menor.

Respecto a esta fase de diagnóstico, el doctor indicó que el neuropediatra “tiene que descartar una serie de enfermedades o de trastornos cerebrales que cursan con sintomatología TEA” y, una vez que desecha todos, emite una sospecha de TEA y deriva al paciente a Salud Mental Infanto Juvenil, donde psicología infantil y psiquiatría completan la valoración y terminan de delinear el trastorno para darle la confirmación diagnóstica, que permitirá la intervención.

Tras estimar que el conocimiento de este nuevo protocolo “ha ido despacio”, Aguilera consideró que esta jornada puede ser el “empujón final”. Afirmó que están trabajando para “crear herramientas digitales que nos permitan a Derechos Sociales, Educación, Sanidad y a las familias tener una plataforma de comunicación común” y anunció que el próximo mes empezará a funcionar el protocolo para niños de entre 3 y 6 años.