“Nos ha costado sacar los restos de un coche devorado”
Desatrapar al chófer no fue difícil, aseguran los bomberos, lo complicado fue recuperar un cadáver “en un amasijo de hierros”
pamplona - Los bomberos que rescataron a Manuel Loyarte del asiento donde quedó insertado tras el impacto de un turismo que invadió el carril contrario y chocó frontalmente contra el autobús de La Baztanesa que pilotaba regresaron . En el autobús viajaban once pasajeros, en dirección Elizondo desde Pamplona. Loyarte sufrió traumatismo torácico y fractura en pierna cuando fue desatrapado por ocho bomberos especializados. “Manuel estaba plenamente consciente de lo ocurrido. Se quejaba del tobillo, que tenía destrozado, y también del dolor en el pecho. Estaba aprisionado al quedar atrapado delante del asiento. Tenía el tobillo roto... Ha sido un choque frontal y bestial pero el conductor se encontraba bien para el impacto que ha recibido el frente del vehículo”, destacaban los bomberos de Trinitarios a última hora de la mañana, a su regreso de Lantz.
Por el contrario, el coche del conductor que invadió el carril de Manuel quedó completamente destrozado. “Nos ha costado sacar los restos porque estaba envuelto en un amasijo de hierro. Lo que ocurre es que cambia mucho operar con personas que están vivas o que han muerto. La tensión en la intervención, ese estrés no es el mismo. Ya nos habían comunicado su fallecimiento cuando hemos llegado. En el caso del conductor del autobús no ha sido complicado el desatrapamiento, y todo ha salido muy bien. Manuel hablaba, nos decía lo que le dolía, colaboraba...”, subrayaban. En estos casos, es importante dejar paso a la persona atrapada evitando contactar con el cuerpo para evitar riesgos.
El sargento de guardia aseguró ayer que con un golpe de estas característica el vehículo se deforma. “Lo primero que hay que hacer es cortar las tensiones en el vehículos. Con unos hierros se corta parte de la estructura deformada. A partir de ese momento a través de unos separadores tratas de liberar a la persona que está atrapada, en este caso por los pies, en la parte alta del autobús”, remarcó. “Era imposible que el conductor pudiera salir sólo por su propio pie, tenía machacado el tobillo izquierdo”, subrayó. “Luego intervino rápidamente el equipo médico para estabilizarlo”. Desatrapar al conductor costó alrededor de 20 minutos y más de media hora sacar los restos del cuerpo de José Ramón Rubio Tirapu, un “cuerpo con muchos desperfectos”. - A.I.
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