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“Los peores enemigos de la discapacidad son algunos arquitectos”

pamplona - Rosana Torres Reinés periodista especializada en temas culturales que, tras una mielítis, quedó tetrapléjica y como ella dice “sentada”, advirtió de la necesidad de adaptar los espacios culturales a la discapacidad porque, entre otras cosas, “todas las personas somos consumidoras de cultura y ocio” y aludió a su periplo cultural por diversas ciudades del Estado y de Europa que le ha permitido comprobar in situ la accesibilidad real. “Por ejemplo, en esta mesa -apuntó desde el escenario de Civican- no llego bien al micrófono porque no puedo meter la silla” como también de alguna dificultad para desenvolverse en la habitación y servicio del hotel que había encontrado pese a ser adaptados. En su periplo, destacó Ávila como la ciudad “medieval y modélica” más accesible que ha conocido, cuestionó Madrid, aplaudió Barcelona... y aseguró que “los peores enemigos de la discapacidad son los arquitectos”, un problema solventable con educación.

Esta periodista, valenciana de origen, insistió en hacer accesibles los espacios culturales pero, sobre todo, en que “la adaptabilidad es un asunto de voluntad política. Hay que coger el toro por los cuernos e ir al sistema educativo”. Y es que como bien apuntó “un arquitecto tiene que saber que hay personas rubias, bajas, altas, sordas, en silla de ruedas... solo así dejará de hacer una cagadita monísima, pero cagadita”, dijo en referencia al autor del museo de Van Gogh de Amsterdam, “que Dios lo tenga en el infierno”, que diseñó los accesos con escaleras sustituidas ahora por rampas.

Rosana Torres hizo una breve evolución histórica de la concepción de la discapacidad que, desde la Edad Media y hasta casi el periodo entreguerras, condena a las personas a la esclavitud, la mendicidad y la caridad. Añadió que es a mediados del siglo XX cuando se empieza a ver como susceptible de análisis científico - momento en el que destacó la aportación del médico judío Goodmen, que se libró del holocausto por operar al dictador luso con el permiso de Hitler y recaló en Inglaterra donde hace comprender a personas con lesiones medulares que, sentadas, pueden volver a su casa del hospital y reanudar una vida normal. “Esta persona revolucionó el trato a los discapacitados”, aseguró, un trato para el que rechazó el paternalismo y para el que pidió cumplimiento de las leyes abordadas ya desde los años 70 pero que no se cumplen, lamentó. - L.C.H.